Las investigaciones sugieren que los adolescentes que juegan de forma abusiva tienen una alta vulnerabilidad desde el punto de vista de la salud social, psicológica y física.

 

FECHA: de 9 de noviembre a 11 de diciembre de 2020.

DURACIÓN: 20 horas.

DESTINATARIOS: Profesionales del ámbito de la educación, la intervención social y la juventud de Cantabria.

jovenes gamers

Sabemos que el juego es positivo, contribuye a conseguir distintos aprendizajes que van a posibilitar un adecuado desarrollo de adolescentes y jóvenes. En concreto, los videojuegos, como una atractiva y extendida variedad de juego, que da respuesta a la gran atracción de menores y jóvenes hacia el uso de las TIC, aportan ventajas a la hora de estimular el razonamiento lógico y la toma de decisiones, la agudeza visual, la coordinación de movimientos, las capacidades para el trabajo en equipo y para afrontar distintos retos…  lo que, unido a su capacidad de ofrecer diversión y entretenimiento, suponen para la mayoría de los jóvenes una estimulante actividad a la que dedicar gran parte de su tiempo libre.

La mayoría de los jóvenes que juegan de forma frecuente no sufren consecuencias adversas, han mostrado, por el contrario, puntuaciones superiores en habilidad visuoespacial (Boot, Kramer, Simons, Fabiani y Gratton, 2008), en la capacidad de atención (Shwan y Bavelier, 2003) y en coordinación motriz (Griffith, Voloschin, Gibb y Bailey, 1983).

Sin embargo, para una minoría, los videojuegos llegan a ser un pensamiento obsesivo que interfiere en otras actividades. El juego se convierte en la actividad principal, le dedican más tiempo del que deberían, a costa de abandonar otras actividades placenteras y desatender sus responsabilidades. Las investigaciones sugieren que los adolescentes que juegan de forma abusiva tienen una alta vulnerabilidad desde el punto de vista de la salud social, psicológica y física (de Leeuw, de Bruijn, de Weert-van Oene y Schrijvers, 2010).

Hoy en día existe un debate sobre la existencia de un trastorno adictivo por uso de videojuegos. Algunos autores señalan que cualquier conducta normal que produce satisfacción o placer puede convertirse en patológica cuando su intensidad y frecuencia alcanza un nivel capaz de interferir en las relaciones familiares, sociales y/o laborales de la persona implicada, quien pierde el control sobre su conducta (Echeburúa, de Corral y Amor, 2005; Labrador y Villadangos, 2010).

Lo que parece claro es que, aunque no lleguemos a diagnosticar un problema de adicción, el número de horas que los adolescentes dedican a los videojuegos puede afectarles de muchas formas, en especial a su rendimiento escolar y a dejar de realizar otras actividades positivas (deportes, lectura…). No ir al colegio o instituto por quedarse jugando, mostrarse irritado cuando no se les permite continuar jugando o perder la noción del tiempo cuando están jugando… pueden ser signos de que el adolescente puede estar teniendo problemas.

Por ello esta acción formativa está destinada a capacitar profesionales de la educación (formal y no formal) que trabajen con menores y adolescentes en la prevención de problemas asociados a los videojuegos.

CONTENIDOS DEL CURSO

En este curso encontrarás instrumentos para fortalecer tu papel educador ante situaciones de riesgo.

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Resumen