En un post anterior hicimos referencia al Congreso de Ciudades Educadoras que se celebró el pasado mes de noviembre en Barcelona y hoy nos gustaría poner algunos ejemplos de las iniciativas de voluntariado que allí se presentaron.
A menudo hemos dejado constancia en este blog como los jóvenes llevan a cabo trabajos de voluntariado con gente mayor. En este caso nos gustaría explicar una iniciativa en que los protagonistas intercambian los papeles. Se trata de una experiencia llevada a cabo des del Ayuntamiento de Granollers, una de las ciudades educadoras más activas de Cataluña, en la cuál los jubilados son los voluntarios que dan clases extraescolares a alumnos con dificultades económicas. Con esta medida se pretende potenciar la igualdad de oportunidades para todo el alumnado y evitar cualquier tipo de marginación y exclusión. Los voluntarios ven como este tipo de iniciativa reporta un beneficio mutuo para ambas partes. En lugar de estar en casa pasando el tiempo o salir a pasear se ponen delante de un libro escolar y repasan la lección. Otras tareas que también realizan son el acompañamiento en salidas extraescolares o la prestación de servicios informáticos. La actividad se evalúa mediante reuniones sistemáticas que realizan los centros escolares y los voluntarios que están seleccionados por los técnicos de educación del Ayuntamiento.Hasta el momento la actividad ha sido valorada muy positivamente por todas las partes participantes en el proyecto.
Otra iniciativa interesante concebida dentro del proyecto de Ciudades Educadoras es la creación y diseño de espacios públicos con intervención de los mismos alumnos. Des del consistorio leridano se creó el Plenari dels Infants, que consiste en una asamblea de chicos y chicas de Lleida que se reúnen celebra anualmente para expresar sus opiniones y hacer eco de sus demandas al consistorio. Se trata de un ejercicio de la introducción del diálogo y las prácticas democráticas. Este proyecto se concreta en el diseño de un mosaico en los Jardins Ernest Lluch por parte de alumnos de ESO o en la propuesta de la instalación de una fuente. Lo que durante un tiempo fue un espacio muerto en el centro de la ciudad, es des de hace unos años un parque infantil donde pueden disfrutar los mismo impulsores de la idea.
Una vez más se hace evidente el valor transformador que ejerce el voluntariado no solo en los espacios en que se actúa sino en las personas que participan en estos procesos. Iniciativas de este tipo son el camino para defender, mantener i mejorar nuestro potencial educativo como herramienta para formar a los ciudadanos del futuro.