24 marzo, 2013

Seguro que todos somos capaces de terminar la frase, in corpore sano. Esta cita latina de Juvenal, forma parte de un texto más amplio, en origen estaba más relacionado con la oración que con el sentido que le damos en la actualidad, un cuerpo sano para una mente sana.

Los niños y niñas en general son activos por naturaleza, el mundo se conoce a través de la exploración, comenzar a andar supone aumentar el radio de acción y las posibilidades de aprender, sin embargo, con el paso de los años esos mismos niños activos y dinámicos van “fosilizándose” si me permitís el símil.

El cambio de hábitos alimenticios, de organización del ocio, así como la configuración de los espacios urbanos cada vez menos favorecedores del ocio infantil en la calle, ha ido modificando el modo en que los niños juegan, antaño la actividad física era constante, se jugaba en la calle gran parte del tiempo libre, por contra ahora, los niños y niñas están en casa jugando de manera más pasiva, sin duda, la penetración de las nuevas tecnologías influyen de manera decidida.

¿Qué tipo de adulto será el niño que no juega de manera activa? ¿Cómo influirá en su desarrollo?

Siguiendo la máxima latina del comienzo, si el cuerpo no esta sano la mente tampoco lo estará, la búsqueda del equilibrio debe ser el fin de todo proceso educativo, y si deseamos niños sanos y felices la actividad física es una condición.

¿Cómo abordarla?

Lo más fácil es dedicar tiempo al juego en espacios abiertos, siempre que esto sea posible claro está, las condiciones de seguridad y bienestar deben estar garantizadas como no puede ser de otra manera, pero tampoco sobreprotegidos a los niños de la suciedad y pequeños accidentes, todo forma parte del proceso de crecimiento.

Este tipo de actividad proporciona a los niños la oportunidad de explorar, de experimentar con el entorno y conocer su propio cuerpo, tomando conciencia de sus límites y sus posibilidades.

Su propia evolución marcará el tipo de juego que demandarán, para mi la clave es no forzar los tiempos, andar en bicicleta es una actividad maravillosa pero si me caigo cada vez que lo intento lo más probable es que el miedo gane a la ilusión, seamos consecuentes, ¿a nosotros, los adultos, nos gusta hacer las cosas por obligación?

Cuando son un poco más mayores la actividad física reglada puede ser otra opción interesante, siempre con la misma máxima, ¿qué te apetece hacer? ¿A que quieres jugar? El deporte o el juego deportivo lo tiene que elegir el niño o la niña, los anhelos de los padres no cumplidos en la infancia no se deben convertir en los sueños de los hijos.

Hacer deporte es divertido porque jugamos con niños y niñas de nuestra edad, nos movemos, ganamos y perdemos conociendo las dos caras de la moneda, admitimos el fracaso y disfrutamos con el triunfo, siempre dentro del respeto a las reglas que rigen todo juego, el respeto es otra de las claves que debemos fomentar y aprender, todo ello, considerado en conjunto, nos proporciona un conjunto de aprendizajes que va más allá de lo académico, que tampoco se produce en la educación familiar.

¿Competir sí o competir no?

Esta es una cuestión que siempre es complicada, cada uno de nosotros tendremos una opinión al respecto, sin duda debemos optar por una actividad u otra en función de nuestro criterio, si la competición es un problema ¿por qué no cambiamos de deporte? A partir de los 10 ó 12 años se pueden iniciar actividades como la escalada o el buceo con grandes medidas de seguridad pero sin necesidad de competir, podemos disfrutar del medio natural, de los amigos al tiempo que hacemos ejercicio y adquirimos buenos hábitos.

En conclusión, hacer deporte, jugar al aire libre, ser activos en definitiva, será garantía de un desarrollo físico más idóneo, nos ayudará también al desarrollo de un equilibrio emocional basado en el esfuerzo, la superación, el conocimiento de nuestro propio cuerpo que nos ayudará en múltiples ámbitos de nuestra vida, y todo ello si se hace con ilusión y sin forzar muy posiblemente nos dará la oportunidad de convertirnos en jóvenes y adultos sanos.

Para terminar os dejo una referencia en internet, es de la Organización Mundial de la Salud dependiente de la ONU sobre este tema que os he estado hablando, seguro que os resulta interesante su lectura, Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud.

P.D.: Seguro que muchos estáis ya de vacaciones o apunto de empezar, ¿qué actividad física vais a realizar? ¿Os planteáis hacer algo con vuestros hijos? A la vuelta de vacaciones ¿qué tenéis previsto con vuestro alumnado para ser más activos? Aprovechad estos días de descanso y comentad en el blog. Feliz semana.