14 noviembre, 2013

La reciente resolución en el Juicio del Prestige me trae a la memoria numerosas imágenes y vivencias de aquellos momentos cuando el Prestige vertió miles de toneladas de fuel en las Costas de Galicia. No entro a valorar la sentencia, no creo que éste sea el espacio adecuado. Pero sí, desde la temática de este Blog,  me quiero fijar en el impresionante movimiento de solidaridad y voluntariado que se gestó en aquellos días.

Las más de 65.000 personas voluntarias de toda España y Europa, enfundados en trajes blancos y con mascarillas se convirtieron en un símbolo de solidaridad de la ciudadanía con las personas afectadas de la tragedia. Respuesta desbordante e inédita. Quizá una de las imágenes más imborrables de la Catástrofe del Prestige, junto a la del barco hundiéndose en la Costa da Morte, fue la de los miles de personas  voluntarias que, junto con militares, pescadores y personal contratado, limpiaron de chapapote las costas de Galicia.

La solidaridad fue de ida y vuelta. Las personas voluntarias aportaron su hacer y su energía. Y los pueblos como Muxia que les acogieron les trataron con mucho cariño. Si buscamos por internet  es posible leer numerosos testimonios de personas que estuvieron y recuerdan como las gentes de Galicia les daban de comer, organizaban fiestas, homenajes, se crearon relaciones que perduran en el tiempo…

En aquella ocasión, donde todavía las redes sociales no estaban tan desarrolladas, numerosos colegios se dieron eco de la noticia y apoyaron de muy diversas formas todo lo que acontecía. Un ejemplo fue la cadena humana del 22 de enero donde  tomaron parte más de 420 centros escolares: los estudiantes se solidarizaron, salieron de las aulas, se dieron la mano y respondieron a lo acontecido…

Qué importante es este tipo de trabajos de voluntariado y concienciación social en los centros: construye a la persona, la pone en relación con el entorno y con otros, la saca de su propio mundo… hace progresar el currículo… En aquella ocasión nació la marea blanca, hoy hay otras mareas…