31 enero, 2013

La semana pasada trabajé con los alumnos/as de 5º de E. Primaria el cuento de “El cazo de Lorenzo”. Esta actividad forma parte de un programa para el desarrollo emocional que trabajo con los alumnos de tercer ciclo de educación primaria (nos correspondía abordar el bloque de contenidos de autoestima/personalidad).

 Con esta historia además de lograr captar mucho su atención, buscaba enseñarles que cada persona es diferente, que todos tenemos fortalezas y debilidades y que hay personas que necesitan más esfuerzo que otras para lograr lo que se proponen. Pero lo más importante era transmitirles que todos somos igual de importantes y necesitamos que nos quieran, comprendan y ayuden. En las sesiones previas a esta actividad habíamos trabajado qué es la autoestima y como ésta puede ser positiva y negativa; la autoimagen como representación de quiénes somos y cómo somos; cómo debemos transformar los pensamientos negativos sobre nosotros mismos en otros positivos por medio del lenguaje interno. También habíamos reconocido los rasgos que mejor definen nuestra personalidad (introvertido-extrovertido, tranquilo-nervioso, pacífico-agresivo, generoso-egoísta,….).

Después de reflexionar sobre su contenido para llegar a entender correctamente el significado metafórico de “cazo” , cada uno de ellos/as dedicó unos minutos a pensar en sí mismo, a reencontrarse consigo mismo para responder a estas dos preguntas: ¿qué nos enseña esta historia? y después de aprender que todos tenemos un cazo, piensa ¿cuál es tu cazo?.

Os quiero transcribir literalmente algunas de sus respuestas pues a través de ellas los alumnos y alumnas han demostrado cómo han sido capaces de mejorar su autoconocimiento. A la primera pregunta respondieron: “ Esta historia nos enseña a creer en nosotros mismos”…”hay que quererse a sí mismo aunque tengas problemas” …”hay que enfrentarse a los miedos y pensar antes de que te venzan” … “no tenemos que criticar a nadie”..” hay gente con dificultades”. Y a la segunda pregunta: “ yo guardaría mi pierna” ( Una niña que como consecuencia de una vacuna en su país de origen ha sufrido varias operaciones pero no ha logrado recuperarse. Ella a pesar de la falta de movilidad en esa pierna, es capaz de hacer todo tipo de ejercicios sin rendirse); …“mi tristeza” (es una chica que vino de Ecuador hace dos años y vive una situación personal compleja por su situación familiar);….”mi enfado en las peleas”; … “mi tiroides”;..”que soy muy torpe” ( tiene problemas de atención y se mueve demasiado por lo que con mucha frecuencia se le caen objetos de su mesa de trabajo)….”las peleas, las discusiones pero lo más importante, el odio y el coraje hacia las personas” ( es una niña de etnia gitana que vive la encarcelación de su padre hace muchos años además de un entorno difícil) y otras muchas respuestas más, todas ellas muy significativas.

Al salir del aula tanto la profesora tutora como yo compartíamos la misma idea. Merece la pena dedicar un tiempo semanal dentro del aula para trabajar tareas y actividades de autoconocimiento, conocimiento mutuo, reflexión personal,.. buscando siempre el objetivo de que cada niño/a alcance el equilibrio emocional que le permita ser competente personal y socialmente,…..¿qué opináis? ¿estáis de acuerdo conmigo? ¿habéis tenido experiencias de este tipo con vuestros alumnos?

En el próximo blog abordaré el proceso de implementación de un programa para el desarrollo de la Inteligencia emocional en primaria.¡ Hasta pronto!

La referencia bibliográfica de este cuento es:

 “El cazo de Lorenzo” de Isabelle Carrier

 http://www.youtube.com/watch?v=K0usZT3LGOQ

 Editorial Juventud

 ISBN 978-84-261-3781-4