Todos formamos parte de diferentes grupos. Algunos los elegimos y otros no, pero ello no cambia el hecho de que sigamos siendo parte de ellos. La familia es uno de esos grupos que uno no escoge, pero en los cuales la interacción es intensa y, en ocasiones, controvertida. Como adolescentes, el tiempo en familia no resulta siempre satisfactorio ni fácil de llevar, pero cuando se hace un balance sosegado y honesto, casi siempre llegamos a la conclusión de que la familia (como todos los demás grupos en los que participamos) nos aporta cosas importantes.
¿Puedes pensar, por un momento, en cuáles son los grupos en los que participas? (Amigos, compañeros de clase, el equipo de fútbol, la pandilla delos veranos, la familia…)
Piensa también en qué recibes de ellos (quizá te resulte más sencillo si piensas en las personas que los componen)
¿Has pensado alguna vez qué aportas tú a esos grupos y por qué razones tu participación es importante?
Este anuncio nos lleva a una reflexión parecida, su lema es “Cuenta conmigo” y transmite la idea de que distintas serían nuestras vidas y las de los nuestros sin las aportaciones que nos hacemos los unos a los otros…
¿Qué podemos trabajar con este audiovisual?
A continuación se presenta una actividad para realizar en grupo a partir de los vídeos planteados:
Antes de ver el anuncio, comentamos con los chicos y con las chicas que vamos a hablar sobre lo que los grupos nos aportan, centrándonos especialmente en la familia ya que es uno de los principales grupos de apoyo, de apego y con un papel complicado en la época adolescente.
Tras ver la secuencia, proponemos unos minutos de reflexión personal individual en que, tal y como sucede en el anuncio, tendrán que recuperar de su memoria algunos “momentos felices” que pongan de manifiesto las aportaciones que cada miembro de su familia ofrece a ese grupo de pertenencia (podrán escribirlo en un papel). Tras ese ejercicio individual, podemos permitir que aquél que quiera comparta su trabajo con el resto del grupo. Esto les hará verbalizar y reconocer algunas de las aportaciones relevantes y, por tanto, facilitará la extracción de algunas de las utilidades que tienen los grupos para los individuos (protección, educación, compañía, apoyo, soporte económico, espacio para el ocio, expresión emocional…)
Tras unos 15-20 minutos, puede ser interesante que completen la actividad volviendo a tener un momento de reflexión personal en que, en esta ocasión, los recuerdos o imágenes que recuperen sean de ellos mismos en su aportación al grupo (el énfasis está en pensar qué aportan ellos específicamente a su familia). Si no hay alto grado de confianza entre los participantes, puede ser difícil comentar después esta parte de forma más pública como se ha hecho en la sección anterior de la actividad, pero como recurso para que esa información salga a la luz y no se pierda, puede proponerse que cada cual escriba ese recuerdo en un papel anónimo y terminar la actividad haciendo una lectura común (por parte del educador, por ejemplo) de los diferentes papelitos que recogen la aportación personal a cada familia y extrayendo algunas de las utilidades más relevantes que los grupos tienen para el individuo, en particular, en el ámbito familiar.
Este ejercicio de recuerdo y reconocimiento es especialmente interesante dadas las edades de los participantes, ya que la adolescencia implica un periodo en el que la utilidad de los lazos familiares es cuestionada, y muchos de los chicos y de las chicas, incluso, reniegan de su participación a este nivel al sentirse incomprendidos, controlados y excesivamente intervenidos por sus familias. En sentido contrario, es importante también identificar qué aportaciones podemos estar haciendo como adolescentes en casa y así poder comprender mejor también algunas de las dinámicas y dificultades que se producen en el hogar.
Material complementario
En este corto documental, Elsa Punset presenta un grupo de adolescentes muy especial con aportaciones muy positivas a cada uno de los miembros que lo componen contadas por ellos mismos. Se trata de una pequeña compañía de teatro en que los participantes, todos ellos adolescentes, algunos de ellos conflictivos, apartados de otros grupos y con claras dificultades para sentirse valorados o incluso queridos, con la ayuda de una profesora encuentran su espacio, un lugar propio de apoyo, expresión y reconocimiento que, literalmente y como ellos expresan en primera persona, les cambia la vida en un sentido absolutamente positivo.
La utilización de este recurso en combinación con el anterior favorecerá la posibilidad real de generalizar los beneficios de la participación grupal a otros grupos más allá de la familia o el entorno más inmediato y nos llevará a la consideración de una importante realidad: los grupos son, en definitiva, lo que hacemos de ellos y tienen, bien orientados, unas posibilidades verdaderamente increíbles.