24 junio, 2014

 

Un día un niño vio cómo un elefante del circo, después de la función, era amarrado con una cuerda a una pequeña estaca clavada  en el suelo. Se asombró de que tan corpulento animal no fuera capaz de liberarse de aquella pequeña estaca y que, además, no hiciera el más mínimo esfuerzo para conseguirlo.

Decidió preguntar al hombre que lo cuidada y éste le respondió:

_ Es muy sencillo. Cuando era pequeño ya lo amarramos a esta estaca. Entonces intentaba liberarse pero aún no tenía fuerza para hacerlo. En determinado momento dejó de intentarlo. Ahora no conoce su fuerza, puesto que no la ha puesto a prueba. Su creencia de que  no es posible, hace que ya ni la prueba. Por este motivo vive atado a algo que sólo está en su imaginación” (“Atado por una creencia”. Relato extraído del libro “Emociones: Las razones que la rezón ignora”. Mercé Conangla, Jaume Soler y Laia Soler Conangla).

Cuántos niños y niñas no son capaces de poner a prueba habilidades y destrezas que disponen porque carecen de una buena autoestima, quizás porque en su desarrollo como personas, los adultos que les han rodeado no han sido conscientes de la importancia de educar desde esta perspectiva.

Sabemos que la identidad personal es un proceso de intercambio en el que las personas que conviven se muestran, se analizan, se comparan y se aprueban o desaprueban entre sí, estableciendo estrategias para el reconocimiento social a partir de la expresión de ideas, sentimientos, valores, creencias. Y también sabemos que dicho proceso se inicia en la infancia y se va construyendo día a día en base al intercambio afectivo con todas las personas con las que se interacciona.

En este recorrido de construcción de la identidad, y de una buena idea del “yo” se establece un proceso que pasa por las siguientes fases:

.- El niño reconoce su propio cuerpo.

.- El niño se va identificando con los adultos de su entorno (fundamentalmente los padres en casa y  los profesores en la escuela). El vínculo afectivo que establece con todos ellos va a condicionar en gran medida su futuro desarrollo personal.

.- Va aumentando el número de interacciones porque  a medida que va creciendo es mayor el número de personas que lo rodean. Los modelos que ofrecen las personas que lo rodean se van  a convertir en los referentes que le ayudan  a crecer seguro, confiado y estable emocionalmente.

.- Aprende a satisfacer sus necesidades reconociendo que necesita a los “otros”. El reconocimiento del “otro” es el momento a partir del que pueden entrar en contraposición las  necesidades propias y  ajenas. Es este punto, donde los límites y las normas debe estar claras porque se forma su conciencia moral.

Por supuesto que el bagaje familiar con el que los alumnos llegan a la escuela resulta determinante. Pero también la escuela tiene mucho que aportar. Debemos enseñar a nuestros alumnos para que aprendan a confiar  en sí mismos, reconociendo  sus fortalezas y debilidades, a intentar conseguir las metas que se proponen a partir del esfuerzo y la responsabilidad; a no  compararse con los demás porque cada persona es diferente,  tiene unos talentos y capacidades y a superar todas las dificultades con trabajo y esfuerzo.

Una parte importante de nuestra tarea sería reforzar este proceso hacia una buena identidad a partir del trabajo en los  aspectos que la componen: Identidad social, física, psicológica, moral e ideológica. A lo largo de mi experiencia profesional, he podido comprobar que merece la pena dedicar un tiempo semanal dentro del aula para trabajar tareas y actividades de autoconocimiento, conocimiento mutuo, reflexión personal,.. buscando siempre el objetivo de que cada niño/a alcance el equilibrio emocional que le permita ser competente personal y socialmente.

Sólo de esta forma estaremos educando para que en un futuro no les ocurra lo mismo que al elefante del relato, y sean capaces de soltar esas “cuerdas” que muchas veces están sólo en su imaginación. Y además estaremos preparándolos para afrontar los retos con seguridad,  y superar las posibles frustraciones, decepciones y contrariedades con las que se van a encontrar a lo largo del camino en su vida personal, familiar, social, laboral,..