7 enero, 2013

En esta presentación me gustaría compartir unas pequeñas pinceladas sobre mi vida profesional así como mi visión de la educación y la convivencia en un centro.

Comencé mi andadura como maestra especialista en filología francesa en distintos centros educativos. Posteriormente como licenciada en Ciencias de la Educación, inicié una nueva trayectoria profesional como orientadora en varios centros públicos de primaria. Desde hace once cursos, comparto esta tarea con la jefatura de estudios del CEIP “Ramiro Soláns” de Zaragoza. Se trata de un centro muy complejo que matricula población en grave situación de desventaja social (60% de etnia gitana, el 38% inmigrante y un 2% de otros). En él trabajamos un equipo humano que desde hace nueve años iniciamos un Proyecto global de centro “ENTRE TODOS” con la pretensión de dar respuesta a problemas muy graves de convivencia, de absentismo, de fracaso escolar y de bajas expectativas de alumnos y familias en relación al papel de la escuela y la educación. Por supuesto, nuestro primer objetivo fue la mejora de la convivencia como base para lograr el resto. Y desde entonces he coordinado el Plan de Convivencia con la puesta en marcha de distintos programas como: “Aprender a ser personas” que pretende el desarrollo de la inteligencia emocional de los alumnos (primer premio Acción Magistral 2009); “Alumn@ Ayudante” cuyo fin es convertir el diálogo y la ayuda mutua en la estrategia básica de resolución de conflictos; elaboración de normas democráticas; “Observatorio de la Convivencia”, foro donde profesores, alumnos , padres y otros profesionales debatimos y planteamos propuestas de mejor, etc. En la actualidad el proceso de transformación del centro es ya una realidad y después de mi experiencia os puedo decir que el optimismo, la ilusión y la innovación deben estar siempre presentes en las escuelas.

Cada día estoy más convencida de que “la educación debe ayudar al ser humano a ser cada vez más HUMANO” y por tanto, los maestros debemos ser conscientes de que necesitamos pasar del rol académico al personalizador. Cada vez más las inteligencias personales (emocionales, comunicativas, autónomas, éticas y creativas) se han convertido en las necesidades prioritarias de nuestra sociedad. Por tanto en la escuela necesitamos trabajar programas específicos que refuercen todos estos aspectos.

El proyecto Educativo de un centro es el marco en el que debemos definir las señas de identidad y el modelo de gestión de la convivencia que adoptamos. Tal y como Juan Carlos Torrego plantea, considero que el modelo más adecuado será el modelo integrado. Según él, intervenir ante la convivencia no significa sólo reaccionar ante los problemas, sino actuar de forma preventiva adoptando un enfoque global y proactivo que permita mejorar el clima del centro y las relaciones interpersonales. Debemos crear un marco protector (cambios curriculares y organizativos, afrontamiento de la disrupción, habilidades de manejo del conflicto, co-tutoría, aprendizaje cooperativo, equipos docentes …); Procesos democráticos de elaboración de normas de convivencia y Equipos de mediación y tratamiento de conflictos formado por profesores, padres, alumnos y personal no docente.

A través de este blog, me gustaría compartir con todos vosotros, reflexiones, experiencias, aspectos relacionados con la psicología positiva, la inteligencia emocional además de otras corrientes y temas que nos puedan ayudar a mejorar la calidad de la educación, dando respuesta a las necesidades actuales que nos plantea la sociedad del momento. Confío y deseo que esta experiencia nos permita a todos los que participamos enriquecernos personal y profesionalmente. Un saludo afectuoso.