Siguiendo la filosofía del movimiento de los recursos abiertos y software de código abierto, hay un movimiento relativamente nuevo que aboga por poner grandes cantidades de datos en abierto. Este movimiento de lo que se ha denominado Big Data ha llegado también a las administraciones públicas y algunas de ellas han decido poner los datos que obtienen y almacenan de los servicios públicos al alcance de cualquiera que quiera reutilizarlos.
Las administraciones públicas y gobiernos tienen una filosofía diferente en cada país respecto a la apertura de los datos del sector público y, en el caso de España, la mayoría de administraciones públicas ha decidido poner límites a estos datos en abierto gratis. Sin embargo, hay una directiva de Comisión Europea que obliga a las administraciones públicas a poner los datos a la disposición del público sin coste adicional. Los datos a los que se refieren son datos del censo, mapas del tiempo, información del tráfico, así como datos de instituciones culturales, museos y bibliotecas.
Se están haciendo esfuerzos para ofrecer datos en un formato específico que permite reutilizarlos con facilidad. Hay varios movimientos que abogan por los formatos estándares que pueden ser fácilmente procesados por un ordenador como RDF, N3 y XML.
Además de fomentar la transparencia de las administraciones y su reutilización para crear negocios y empleo, también es interesante su uso en educación si se vinculan al proceso de creación de un producto final, como puede ser la creación de aplicaciones de móvil y servicios web (apis) entre otras. Un ejemplo de negocio que trabaja sobre todo con open data es la empresa Pim Pam Pum.
Otro ejemplo de la utilización de este tipo de datos para educación es esta página web de los Países Bajos que pone en abierto datos sobre todas las escuelas a la disposición de padres que buscan escuela para sus hijos. Se puede buscar información sobre la diversidad cultural de la escuela, el número de empleados, los resultados académicos entre otros.