6 abril, 2013

Estos días de semana santa me he dedicado a leer con atención los artículos de mis compañeros y compañeras que escriben en los cuatro blogs dentro de la web de Acción Magistral. Qué nivel y cuántas reflexiones y material conjunto propuesto… Una de las ideas que late detrás de muchos artículos de forma velada o manifiesta es la apuesta decidida por luchar desde todos los frentes posibles contra la desafección escolar. Creo que los que escribimos coincidimos en que el compromiso escolar requiere concentración, dedicación y esfuerzo; en su reverso está la pérdida de atención, el escaso interés y la limitada inversión.

 

No hace falta encuestas para saber que un buen inicio “académico” augura un no abandono, prácticas de éxito, compromiso estable y un adecuado rendimiento. Sin duda el reto como educadores es desarrollar estrategias que motiven el interés de los peques por los estudios, que entronquen con sus centros de interés. En este sentido es de agradecer y valorar las miles de propuestas generadas por el profesorado que se van dibujando en las escuelas y que no sólo intentan paliar, sino que lo consiguen, la desafección escolar.

 

Aprovechando que esta parte del blog está dedicada a las primeras etapas de la educación diré que es aquí donde, en estos primeros años de escolarización, donde se fraguan resultados de etapas más avanzadas. Por eso tiene sentido este tema aquí aunque ya sé que en estas primeras etapas escolares el abandono es muy escaso y es más propio de otras.

 

La Estrategia Europa 2020 se centra en reducir el índice de abandono escolar en la Unión Europea (UE) a menos del 10 % y aumentar al 40 % el índice de personas con un título de educación superior. Es preciso reducir las estadísticas del 2009 con más de seis millones de jóvenes entre 18 y 24 años, es decir, el 14,4 %, que abandonaron prematuramente el sistema educativo. Reducir esta brecha es una cuestión también de rentabilidad económica  Si al enfermo no lo atiendes a tiempo, empeora, te cuesta más caro su tratamiento y además su enfermedad se puede volver crónica.

 

Pero,  ¿por dónde encaminar la estrategia frente a un absentismo de razones económico-laborales, falta de éxito académico, escasa motivación familiar, consumos, problemas psicológicos, acosos, problemas sociales de la familia… ? Ya no se puede enseñar de la misma manera. Las aulas están pobladas de  ordenadores y pizarras digitales; pero, ¿no seguimos enseñando con procesos similares de hace cinco años? Las pedagogías actuales hablan de agrupamientos flexibles, con desdobles de materias, trabajar en equipo por proyectos, educación más interactiva donde se potencia el lenguaje, tanto oral como escrito. La comprensión lectora es uno de los problemas que más se detectan. Muchas veces no entienden lo que se les pregunta en un problema de matemáticas.

 

Lo comentaba al principio del blog, hay muchas iniciativas. Una de ella se inicia en el colegio La Paz de Albacete, al que acuden alumnos de los barrios de La Estrella y La Milagrosa,. El absentismo ha sido reducido de un 40% al 10%, al tiempo que ha aumentado el número de estudiantes y sus «éxitos» educativos. Detrás está el programa ‘Comunidades de aprendizaje’ que se está desarrollando desde el curso 2006-2007 en colaboración con el Centro Especial de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades (CREA) de la Universidad de Barcelona.

 

Otra iniciativa tiene que ver con los manuales publicados por el CEIP Córdoba en su web con propuestas didácticas que abordan temas como la responsabilidad, las faltas, las diferencias entre primaria y secundaria. Por último señalo el Plan Autónomo de Control del CEIP Antonio Allué Morer.

 

Todas estas iniciativas ponen en común una serie de elementos. Abordar el absentismo es una labor coordinada de todas las figuras del centro, en clara relación con las familias y aprovechando los recursos que están en el entorno del centro. Se deben desarrollar planes comunes con las entidades sociales centrando en programas de voluntariado. El acceso a este tipo de programas ayudan a intensificar las relaciones escuela-familia-entorno fomentando la apertura de los centros a la comunidad. Buscamos una escuela global donde la educación sea un instrumento de desarrollo personal, de inclusión e inserción laboral. Por parte del centro se ha de buscar generar un clima de confianza y motivación, con el apoyo de los AMPAS; por parte del entorno se ha de apoyar el desarrollo integral de la persona desde la concienciación ciudadana, implicando a todos los agentes sociales de la zona.

 

Una clave fundamental para atajar este problema es compartir unos con otros, contarnos lo que hacemos, enriquecernos mutuamente creando narrativas….