30 noviembre, 2021

Nos citamos con Amelia, Beatriz y José para que nos cuenten, a su modo, las ideas que les han dado los tres primeros lugares en la clasificación del reto que BBVA y Fad lanzaron en el marco del concurso “Repensando la participación en los espacios educativos” de Educación Conectada, y nos hemos encontrado con tres personas apasionadas que, como representantes de su generación, quieren aportar el valor de sus ilusiones para mejorar el futuro de la infancia.

¿Cómo se pueden potenciar las relaciones entre el alumnado en el recreo o en el aula de forma segura? Este fue el reto que, en el contexto de la pandemia, se lanzó desde Educación Conectada.

Y esa fue la invitación a pensar que tomaron como algo personal, lo podemos ver claramente en su manera de transmitirlo, en la forma decidida y convencida de contarlo.

Cuando eres pequeño siempre quieres tener tu idea por encima de las otrasdice el estudiante de arquitectura, José Porrero –  y al final, poco a poco, vas entendiendo la dinámica de un debate y es el hecho de respetar al otro y no solamente de que tu idea sea buena o sea mala.

La iniciativa que presentó José y que consiguió el tercer puesto del concurso se centra en talleres abiertos creativos, para potenciar el espíritu del trabajo en equipo a través del debate.

El arte, el teatro, la disertación a través del debate intelectual. En definitiva, la vuelta a las humanidades en un espacio de cooperación, esa es la piedra angular de estas tres propuestas ganadoras.

Beatriz, estudiante del Grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Complutense de Madrid, nos habla con entusiasmo de inculcar el amor por las artes, por esas que a veces se quedan al margen de lo que se enseña en clase; la danza, la escultura, la practica musical, con esta idea ha conseguido el segundo premio.

Lo que hay que intentar ofrecer a los niños y niñas, para que sean más felices y compartan espacios de crecimiento de manera más plena, según Beatriz, es la experiencia de hacerlo tú, porque te desconecta, porque te metes en tu burbuja, tus problemas están fuera.

Y con una mirada similar, apoyándose en un recurso fabuloso como es el teatro, Amelia, estudiante del Grado de Filosofía y Antropología Social y Cultural de la UNED, se llevó el primer premio, con una visión que trasciende al teatro y lo sublima a una cadena de ayuda ensamblada por el alumnado.

Amelia Guede nos señala, desde su conocimiento en este campo. que los niños y las niñas no tienen la experiencia, pero tienen el imaginario, que no sabes de donde lo sacan, pero lo tienen.

Esa confianza en la riqueza que aporta la infancia a todo lo que hace, esa convicción de que estas tres propuestas son vehículos para que los niños y las niñas no solo aprendan, sino que enseñen y demuestren sus capacidades, es lo que ha llevado a ocupar los tres primeros puestos de este reto a Amelia, Beatriz y José. Jóvenes con ideas que han querido dar un paso adelante para mejorar su mundo

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