2 diciembre, 2016

Este lunes hemos empezado la semana con el Cibermonday (mega ofertas en lo digital) y la anterior la acabamos con el resacón del Black Friday y su fiebre de supuestas gangas que de repente parece que necesitamos comprar compulsivamente ¿si no existiese la publicidad cómo sabríamos lo que necesitamos?

Los 3.000 impactos publicitarios que dicen que vemos al día ¡muchísimos más ahora en Navidad! nos marcan lo que tenemos que comprar, lo que necesitamos , lo que tenemos que consumir. Es en esa necesidad de consumir en la que nos convertimos en “consumidor@s consumidos”, consumimos con voracidad, hay quiénes con moderación, pero al final, con ímpetu o sin él, tanto consumo acabará consumiéndonos en una “Saciedad de consumo”.

Precisamente para contrarrestar este tipo de sociedad/saciedad surgen iniciativas como el Día sin compras de Ecologistas en Acción como alternativa al Black Friday, peeeero ¿a ti te llegó esa información? Y ahora en Navidad está la llamada #Navidadalrevés que consiste en comprar de otra manera.

Se trata de ponerle un poquito de por favor y sobre todo de consciencia a lo que compramos. Dice el ‘Barómetro de tendencias en las compras navideñas (que fíjate tú que “casualmente” lo realiza American Express) que en España estamos que nos salimos y cada año nos gastamos más y más, este 2016 un 6% más, con una media de 840 euros por persona. Tal vez con estas 3 sencillas reflexiones seríamos capaces de evitar las garras de este consumismo descontrolado al que nos invitan continuamente:

  • ¿Necesito ropa nueva? Ya, ya… no decimos que no mole tener nuevos modelos para lucir en las quedadas y más si son especiales, pero tampoco hay que estrenar en todas las ocasiones y podemos echarle imaginación probando nuevas combinaciones que le den una segunda vida a esa ropa ya olvidada…
  • ¿Nos vamos a comer tooooda esta comida? Ya sabemos que estos días destacan también por comidas y cenas copiosísiiimas, tooodo en cantidades industriales para evitar la falta de suministro. Bueno pues podemos recordar en casa o cuando acompañemos a hacer la compra que lo mismo no hay que servir tropecientos platos o esperar a abrir algo hasta que de verdad veamos que apetece… ah! Y recordar el llamado “punto de saturación de langostinos”: el primero está rico pero el decimosexto no lo estará tanto. Evitemos llegar a ese punto y disfrutemos de todos los manjares como se merecen. Hagamos que cada plato sea especial ¡y evitemos tirar comida!
  • ¿Hacen falta tantos regalos? Hay muchas ocasiones a lo largo del año para seguir teniendo detalles con nuestra gente. Si en un mismo día recibes el último modelo de móvil, la ropa fashion que te molaba, los audífonos más cool, el drone con cámara wifi para streamings, el dream virtual visión para vivir lo último de la realidad virtual chulonas lo mismo llegas también a un “punto de saturación de novedades”.

Apuntarnos este año al lema “Yo no vivo para comprar, compro para vivir” y atrevernos a un consumo más responsable, justo y sostenible en vez de ponernos a consumir hasta el infinito y más allá.

¿Te imaginas estos días siendo original y soltando palabras como alterconsumismo o comercio justo? El comercio justo es un regalo tipo bumerán, de ida y vuelta. Un regalo para quién lo recibe y regalo también para quién lo produce. ¿Cómo puede ser que una camiseta cueste menos que un sándwich? Piensa en las manos (o manitas, porque muchas veces son niñ@s) que están detrás de esa ganga de 5 euros que vas a regalar.

La #Navidadalrevés también puede ser reciclar y reusar ¿o no mola llevar una camisa vintage que además era de tu abuela? Y más sabiendo que se necesitan 2700 litros de agua para confeccionar una sola camiseta. Un regalo “sostenible” es el que ya fue fabricado o el que no se compra ¡y así regalas también al medioambiente!

También mola y son originales los Repair Cafés (cafeterías de reparación de cosas) o iniciativas como la web colaborativa Ifixit (“yo lo reparo”) en la que tienes piezas y tutoriales para arreglarte casi casi todo todito.

Como ves hay muchísimas ideas para aportar nuestro granito de arena estas Navidades y romper el ciclo de comprar-tirar-comprar al que nos han acostumbrado.

Porque nos han acostumbrado a que Navidad sea sinónimo de comprar. ¡Y lo que molan los regalos no materiales! Pero no, cuando llegan estas fechas la versión más exitosa del pensamiento de Descartes es la de “Envuelvo luego existo”. Sabemos que una de las frases que más se escucharán estos días será “Envuélvamelo para regalo, por favor”, porque compramos, compramos y compramos…

Tal vez la solución pase por repensar la cultura del regalo, especialmente en Navidad. Una bella costumbre esta del regalo que sin embargo nos mete cada año en un lío medioambiental tan serio como absurdo.

Así que te animamos a que le des una vuelta a esto de la #Navidadalrevés, a que te atrevas a ser original y cuestionarte esta chifladura de comprar compulsivamente que en estas fiestas alcanza sus niveles máximos. Que te plantees si este año ya no te apetecen tanto los excesos y gastos ni formar parte de esa masa lobotomizada que pasea por las grandes superficies sin parar de comprar y comprar. Que te des cuenta de que, a lo mejor, todo lo que necesitas es…otra cosa, de que All you need is…less.

¿Y TÚ QUÉ… te atreves a vivir una #Navidadalrevés?

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