9 marzo, 2019

“Un bote, dos botes, machista el que no bote”, “sola, borracha, quiero llegar a casa”, “el patriarcado me da patriarcadas”, “abajo el machismo y arriba el feminismo”, “Si VOXvemos a la Edad Media me pido del lado de las brujas”, “no me silbes que no soy perro”, “tranquila hermana, aquí está tu manada”, “no es no, lo demás es violación” y mucho más gritaron ayer mujeres, hombres, niñas , niños y sobre todo muuuuuchas y muuuuchos jóvenes.

Durante un tiempo parecía que no había relevo. Pero llegó. El feminismo ha resurgido como uno de los grandes fenómenos sociales. Y es cosa de jóvenes. Ayer, muchas de las personas que participaron en el 8M en todo nuestro país no rozaban ni la veintena. ¡óle esa juventud REBELDE DE GÉNERO!

El empujón actual del movimiento que reclama la igualdad se debe sobre todo a las y los menores de 25 años, una juventud española que a la pregunta de “si se consideran a sí mism@s feministas”, contestan en más del 65% que sí ¡pero nos ganan en la India! el país con el concepto de feminismo más extendido ¡un 83%! Sea como sea el feminismo, ha pasado de ser un término en cuarentena a un concepto al que todo el mundo se quiere sumar.

Sin duda, una de las noticias del histórico 8-M de ayer y el de hace un año son los cientos de miles de chicas jovencísimas que se sumaron en tromba a la huelga feminista y desfilaron por las calles con el nervio y la alegría de sus 14, 16, 18 años.

Por eso, vamos a dejar que ELLAS HABLEN, que ¡está claro que lo tienen claro!. Os presentamos a María, Emma, Julia, Iona, jóvenes de menos de 20 años, a las que han juntado para conversar y compartir (en el www.elperiodico.com) sobre esta revolución. Abran paso, pues, al futuro en marcha ¡que viene una juventud REBELDE DE GÉNERO y es imparable!

María, de 19 años, explica que, de adolescente, empezó a tomar conciencia sobre el feminismo y la violencia de género al detectar una relación abusiva tras la ruptura de una pareja de ‘youtubers’ famosos.

Julia, 16 años: Es que de golpe abres los ojos. Es muy fuerte el momento en el que empiezas a hablar con chicas que te rodean de, por ejemplo, abusos cotidianos que antes veías normales. Te pones a leer. Vas a charlas. Te das cuenta del trabajo que queda por hacer. Y entonces es cuando, de repente, te empiezan a decir que si te cabreas por todo, que si tienes la piel muy fina…y te llaman Feminazi!

Sí, contesta Emma, ¡Feminazi nunca falla! Como no tienen argumentos nos insultas. Yo digo que soy femiNACÍ, con C, de NACImiento…quieren distorsionar el histórico movimiento que ha conseguido nuestros derechos: votar, estudiar, anticonceptivos,…e incluso ahora muchas empresas se quieren aprovechar de que la gente ya sabe lo que les mola y por todas partes hay camisetas con lemas feministas, Frida Kahlo y el ‘Love yourself’… Y son las mismas marcas que luego hacen tallas pequeñas o explotan a sus trabajadoras en Bangladesh.

Iona: Yo me he hecho feminista para acabar con el miedo que tengo por la calle y que no paren de decirme cosas sobre mi cuerpo. ¡Que te pones los cascos para no escucharlos y aún oyes cómo te pita un camión! Ahora bien: si vas acompañada de un chico no te hacen nada. ¿Por qué? Porque te consideran propiedad. Muchas veces no sirve que les digas que no quieres darles un beso, necesitan oír que tienes novio.

Emma: El acoso callejero es diario. Vayas vestida normal o de fiesta. Siempre. Siempre. Siempre.

Julia: Yo ahora soy de «no es no». Y punto. Pero una vez conocí a un chico, me gustó y me lo llevé a casa. Pero estaba cansada y no quise seguir. Él era de otro pueblo y empezó a decirme que había venido al mío expresamente. ¡Y yo me sentía culpable, pensando que le debía algo! Hubo un momento en el que dije basta. Me costó incluso que se apartara, pero luego volví a caer en su juego mental: tú debes seguir porque yo he venido por ti. Durante mucho tiempo sentí culpa y me pregunté cómo había dejado que pasara aquello. Luego, gracias a otras chicas, he aprendido que él debería haber respetado mi voluntad y que aquello fue un abuso. Me ha costado mucho ponerle este nombre. Y lo fuerte es que, seguramente, para el chico todo aquello fue normal.

Emma: Es que, al final, todo siempre acaba siendo culpa tuya.

María: te sientes culpable y encima también por culpa de los cánones de belleza hacen que también te acabes odiando.

Iona: Pues sí…y de eso tiene mucha culpa Instagram….y luego están las ‘influencers’, con sus vida y sus cuerpos perfectos. Influyen mucho en las más jóvenes. Te puedes llegar a comer mucho la olla y acabar odiándote a ti misma y avergonzándote de tu cuerpo.

…y así continuaron hablando con ganas de cambiar el mundo juntas, de no quedarse en el sofá de casa y saber que por lo menos algo están haciendo para que la siguiente generación sea más igualitaria.

El feminismo es una cosa que te pasa, suele decir la pensadora Judith Butler. Y precisamente desde que ‘les pasó’ a las y los (porque también les pasa a los chicos) protagonistas de este movimiento que lucha por la igualdad, coinciden en que ya no ven de igual modo ni las pelís, series, canciones…ni por supuesto las discriminaciones y violencias machistas cotidianas que hasta hace poco no identificaban. Ya no se callan ante los mandatos de género que limitan y encorsetan sus vidas…ya se han vuelto, y esto es imparable, REBELDES DE GÉNERO.

¿Y TÚ QUÉ… te sientes rebelde de género?

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