22 mayo, 2023


 

Esta misma semana Sam Altman, creador de ChatGPT y cofundador de OpenAI  respondía en el Capitolio ante un comité del Senado de EE.UU a las preguntas sobre los peligros de la Inteligencia Artificial:  

«Mi mayor miedo es causar un daño sustancial al mundo. Si la IA sale mal, puede salir muy mal»

Y es que cada vez son más las voces que alertan de los peligros de la Inteligencia Artificial pero también las que creen que ” los beneficios de las herramientas que hemos implementado hasta ahora superan ampliamente los riesgos, pero garantizar su seguridad es vital”.

Inteligencia artificial fue la palabra del año (aunque, en realidad, sean dos) en 2022 según la FundéuRAE Fundación del Español Urgente y dicen que seguramente este año 2023 lo será otra relacionada con lo mismo. Porque la IA, dicen, es el invento del siglo que cambiará nuestras vidas en muchísimos ámbitos.

 

 

 Por si no tienes mucha información sobre la IA, comentarte que el multicitado en conversaciones entre nuestro alumnado, el ChatGPT integró más de 100 millones de personas usuarias en solo sus 6 primeras semanas, convirtiéndose en la aplicación que ha crecido más rápido en la historia. Se trata de una interfaz que básicamente responde todo lo que le preguntes como lo haría una persona con inmenso conocimiento. Incluso, según lo solicites, escribe artículos, libros, recomendaciones, poemas, chistes y ¡cualquier trabajo que mandemos en clase!

Dicen que, a partir de esta singularidad creativa de la IA, el futuro de la humanidad ha dado un giro de 180 grados, porque no es un curioso Google de nueva generación; su diferencia es fundamentalmente profunda: los algoritmos ya no solo organizan información predefinida; ahora la procesan muy eficiente de forma creativa.

Es decir, a partir de ahora, las ideas que entretejen el porvenir ya no son exclusivamente humanas. Y esto, lógicamente, nos influirá en nuestras aulas y modo de dar clase.

Por ejemplo, en el blog CTM queremos escribir este post sobre este tema tan actual y cómo influirá en nuestra labor docente ¿y si en vez de hacerlo le pedimos a la IA que lo haga?

Se lo hemos pedido , a una IA que dicen que es mejor para el alumnado porque cita fuentes , y el resultado no está mal ¿no te parece?:

IA me escribes un post para el blog CTM para profesorado de la FAD sobre la inteligencia artificial y sus luces y sombras en su uso en las aulas y con el alumnado

Perplexity

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, y su uso en el ámbito educativo es cada vez más común. A continuación, se presentan algunas luces y sombras de la IA en su uso en las aulas y con el alumnado:

 

Luces:

  • La IA puede mejorar la calidad del aprendizaje y la evaluación, personalizar el aprendizaje mediante sistemas adaptativos, y simplificar las labores cotidianas del profesorado y de la administración educativa. 1

La IA puede estimular el aprendizaje personalizado y colaborativo, facilitar la docencia, y automatizar algunos procesos para darle más tiempo a las y los docentes para investigar y crear nuevas metodologías de enseñanza.

La IA puede ayudar a las y los estudiantes a aprender de manera más efectiva y al profesorado a enseñar de manera más eficiente. 2

Sombras:

  • Uno de los principales riesgos potenciales es la privacidad de la información personal de las y los estudiantes. La IA puede recopilar grandes volúmenes de información sobre las y los estudiantes, lo que puede ser utilizado para fines no deseados. Por lo tanto, es importante que se establezcan políticas claras para proteger su privacidad y garantizar que la información recopilada se utilice solo para fines educativos. 3

Otro riesgo potencial es que la IA pueda perpetuar las inequidades existentes en el sistema educativo. Si no se aborda adecuadamente, la IA puede amplificar las desigualdades en el acceso a la educación y en la calidad de la educación. Por lo tanto, es importante que se establezcan políticas para garantizar que la IA se utilice de manera justa y equitativa.

  • a IA también puede ser una herramienta útil para la enseñanza y el aprendizaje, pero no debe reemplazar la creatividad y la innovación que son esenciales para el desarrollo de habilidades críticas y de pensamiento crítico en las y los estudiantes.

 

En conclusión, la IA tiene tanto luces como sombras en su uso en las aulas y con el alumnado. Es importante que las y los docentes estén informados sobre los beneficios y riesgos de la IA y que se establezcan políticas claras para garantizar que se utilice de manera justa y equitativa.

1rockcontent    2lucaedu    3elmundo

 


Y con otra IA nos atrevemos también a pedirle que nos cree la imagen para el post.  Como queremos algo atractivo que llame la atención le incluimos la variable “humor”… y parece, a los 5 segundos de empezar, que esto le cuesta un poco más:  (* De hecho no nos gusta mucho, así que no la usaremos de imagen principal 😀 )

 

                                                                                             ¡Voila! Trabajo hecho, texto e imagen del post…

 

¿Es así como hará nuestro alumnado los deberes, trabajos, exámenes que les mandemos?

No lo sabemos, pero que las cosas van a cambiar, o ya están cambiando, es una realidad. Justo también esta semana  (y es que todo va a ser así, rapidísimo y cambios-anuncios cada pocos días) se viralizaba una Inteligencia Artificial de origen español que funciona como un contacto de WhatsApp y que se ha puesto de moda entre estudiantes, de hecho se llama LuzIA  nombre, según la empresa creadora, de la estudiante que tenía los mejores apuntes en toda la universidad, y que conseguirá que cualquier estudiante “tenga Superpoderes” según lo que se puede leer en su web LuzIA donde se explica su funcionamiento y modo de instalación. Solo con hacer clic en la opción ‘Prueba gratis’ aparece en el móvil como un contacto de Whatsapp igual que el resto de contactos, incluso con un número de teléfono que será “tu compi inteligente que te ayuda en clase”… de hecho presume de sus ayudas  más útiles:

  • Responde dudas sobre cualquier tema
  • Explica artículos técnicos
  • Resume artículos y textos largos
  • Crea actividades
  • Piensa en experimentos
  • Responde al “Y esto por qué…”
  • Escribe y mejora tus correos electrónicos
  • Resume y compara documentos
  • Investiga y genera ideas
  • Etc.

 

Por noticias como ésta, hace unas semanas los distritos escolares de Los Ángeles y Nueva York prohibieron el uso de esta herramienta en los centros educativos públicos, mientras que en Australia sus universidades han decidido que volverán a los exámenes de papel y bolígrafo para evitar el uso de la IA en las aulas. En España, el Ministerio de Educación asegura que están estudiando el debate pero que aún no hay medidas concretas.

Con toda esta información y escuchando en los pasillos eso de que “El ChatGPT ‘ha matado’ al Rincón del Vago, esto es mucho mejor”, la pregunta sería: ¿hay que prohibir el uso de la inteligencia artificial en las aulas?

¿Qué opinas como docente? ¿Y tu alumnado? ¿Se lo preguntamos a la propia IA?

 

Esta respuesta de la propia IA nos habla de la ética y beneficios del alumnado, suponemos que nos espera en el ámbito educativo un debate amplio sobre cómo regular su uso. Debemos prestar atención a los riesgos, pero sin olvidar que las revoluciones tecnológicas casi siempre han mejorado nuestra calidad de vida y nuestra docencia si la usamos bien.

«ChatGPT es una innovación importante pero no más que la de las calculadoras o los editores de texto», que al final lograron un lugar en la escuela, explica Antonio Casili, profesor en el Instituto Politécnico de París y autor de En espera de los robots (Seuil). Según él, «ChatGPT puede ayudar a hacer un primer borrador cuando se está frente a la página en blanco, pero después hay que reescribirlo todo y darle un estilo».

Su prohibición podría alentar su uso. Otra de las razones que se argumentan. Para Olivier Ertzscheid, investigador en la Universidad de Nantes (oeste de Francia) en Ciencias de la Información, la prohibición del instrumento es de todas maneras «contraproducente» pues refuerza el deseo de las y los estudiantes por utilizarlo.

Como después de la llegada de Wikipedia o de los motores de búsqueda tipo Google, nuestra opción como docentes a lo mejor está en, como afirma Ertzscheid, en «experimentar los límites» de esos instrumentos como ya hicimos cuando apareció Internet en nuestras aulas.

Además, actualmente y a toda velocidad, se están generando respuestas para detectar los textos generados por la inteligencia artificial. Te dejamos algunos recursos para profesorado que te pueden servir:

– Una clave es que los modelos de lenguaje muy, muy rara vez cometen errores tipográficos. Son mucho mejores para generar textos perfectos. Un error tipográfico en el texto es en realidad un buen indicador de que fue escrito por humanos”.

– Otro método común para detectar que está hecho por IA es usar software para analizar diferentes características del texto, por ejemplo, qué tan fluido se lee, qué tan seguido aparecen ciertas palabras o si hay patrones en la puntuación o en la longitud de las oraciones. “Si la herramienta tiene suficiente texto para analizar, una señal realmente fácil es que la palabra ‘el‘ aparezca demasiadas veces”.

– Otra opción que se está barajando y usando son las marcas de agua, similares a las que se ven en imágenes o fotografías y señalan que son propiedad de una persona o empresa. Un portavoz de OpenAI confirmó que la compañía está trabajando en este tipo de etiquetas para que los usuarios indiquen claramente que el texto ha sido generado por la IA “de una manera que nadie pueda pasar por alto o malinterpretar razonablemente la información”.

– También se ha inventado un juego para probar cuántas oraciones puede generar un ordenador antes que un humano identifique que está ante una máquina. Lamentablemente solo está disponible en inglés por ahora, pero nos puede servir: Real or Fake Text? https://roft.io/

– Otras opciones son recurrir a páginas específicamente diseñadas para esto, como GPTZero, Turnitin, CheckGPT o Hugging Face AI detector, diseñada por Solaiman.

Por último, el Dr. Luis Medina, académico del departamento de educación en la Universidad Iberoamericana, experto en el fenómeno de ChatGPT comparte que la pregunta que hay que replantearse como docentes es: “¿qué vale la pena enseñar? (…) la escuela no puede seguir separada de la realidad y estas herramientas ya son una realidad”, y, por esto, el pensamiento crítico se vuelve una de las habilidades más relevantes que tienen que desarrollar las y los estudiantes de ahora.

Parece ser que el pensamiento crítico (como ya adelantábamos en nuestro post Pensamiento crítico “arma de construcción masiva” en las aulas antes de que supiéramos de la existencia de la IA), será la solución y la respuesta, tanto para nuestro alumnado como para aplicar en nuestra labor educativa, a este gran debate del que no nos podemos quedar fuera.

Los adelantos técnicos que cambian radicalmente nuestro modo de vida siempre traen incógnitas y confusión. Cuando el tren empezó a sustituir a los caballos, se mezclaban preocupaciones fundadas (como los problemas de respirar humo) con otras que acabaron no siéndolo (como el miedo a que las personas se asfixiaran en los túneles). Con tiempo y perspectiva, se fue aclarando el panorama.

Con la IA, aún estamos en la fase de confusión…veremos qué ocurre en los siguientes capítulos, y por supuesto lo contaremos en el blog…o ¿quién sabe? A lo mejor a partir de ahora estos post comienzan a hacerlo la inteligencia artificial ¿serías capaz de distinguirlo? 😛

Continuará…

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