
El primer taller EduConec dirigido a familias de la nueva etapa de Educación Conectada ha sido interesantísimo. La Doctora en Psicología Clínica y de la Salud, Silvia Álava ha abordado la necesidad de inculcar la mentalidad de crecimiento en la infancia y adolescencia.
Como venimos contando, el programa “Educación Conectada” se ha renovado y busca enfocarse en el desarrollo de habilidades, conocimientos y competencias que son necesarios para las etapas de formación.
Estas habilidades, a menudo llamadas del siglo XXI, están relacionadas con la capacidad de relacionarnos con el mundo de una manera flexible, abierta, activa, crítica, también de una manera positiva y con un enfoque en los valores, el aprendizaje continuo y el progreso personal y profesional.
Silvia Álava, psicóloga infantil
Silvia Álava ha querido comenzar su exposición dándonos las pautas para conocer el contexto actual es un entorno completamente cambiante y dinámico.
El concepto que en 2007 se denominó entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo) ha cambiado ya, y ahora se habla del entorno BANI (Brittle – quebradizo, Anxious – ansioso, No lineal, Incomprehensible – incomprensible), especialmente a partir de la pandemia de COVID-19 se ha asentado este nuevo entorno que se caracteriza por que las estructuras que parecen sólidas, dan la sensación de que no lo son tanto, que hay una alta incertidumbre y la velocidad de los cambios se acelera, que las causas y los efectos ya no son ni proporcionales ni predecibles, y que la cantidad (y la calidad) de información disponible dificulta la toma de decisiones.
La autoestima es fundamental para impulsar a los niños y niñas a perseguir objetivos
Es en este entorno BANI en el que Álava propone equipar a niños, niñas y jóvenes con herramientas emocionales y con una mentalidad de crecimiento ya que el cerebro humano, aunque adaptable, aún funciona con patrones más antiguos.
Este concepto, que ha popularizado Carol Dweck, es clave para afrontar los desafíos y el éxito en el mundo actual y se entiende a la perfección comparándolo con otro tipo de mentalidad; la Mentalidad Fija.
Diferenciar las mentalidades Fija y de Crecimiento
La Mentalidad Fija viene de la creencia de que las habilidades básicas y la inteligencia son innatas, estáticas y tienen un límite preestablecido, esta mentalidad invita al miedo al fracaso: si se falla, se interpreta como una evidencia de falta de inteligencia o habilidad, lo que lleva a evitar retos difíciles. Las personas con mentalidad Fija evitan tareas complejas para no ponerse en evidencia y se comparan negativamente con los demás, lo que lleva a no ser felices.
La Mentalidad de Crecimiento se establece cuando se cree que todas las habilidades pueden mejorarse con esfuerzo, recursos y un proceso de aprendizaje, entonces los retos son vistos como oportunidades para aprender, crecer y desarrollar la inteligencia. Con esta mentalidad el éxito no depende tanto del talento innato como de la actitud frente a los retos.
Según sus palabras, en el entorno BANI, es cada vez es más necesario que los niños ylos adolescentes tengan esa mentalidad de crecimiento para no sentirse superados por la incertidumbre y estar dispuestos a intentarlo y aprender.
Visto esto, pasó a dar estrategias para fomentar la Mentalidad de Crecimiento: Estrategias para las personas adultas de referencia, que tienen un papel fundamental en el desarrollo de esta mentalidad.
Podríamos enunciarlas en seis apartados:
1.- Revalorizar el Error como Fuente de Aprendizaje:
El error es una fuente del aprendizaje, de hecho, existe un aprendizaje que se llama así por ensayo y error. Hay que modelar esta actitud: si una persona adulta de referencia vive el error como algo terrible, los niños y las niñas también lo harán. Es crucial corregir y aprender del error, no castigarlo.
2.- Enfocarse en el Proceso y el Esfuerzo, no exclusivamente en el Resultado:
Esto es especialmente importante en nuestros días, el objetivo es “aprender”, no obtener la “nota perfecta” o el “trabajo perfecto”. En la era de la IA, lo importante es el razonamiento, la creatividad y el aprendizaje, no la simple generación de respuestas.
La corteza prefrontal se desarrolla desde los 3-4 años y madura completamente a los 25 años.
3.- Evitar la Sobreprotección:
Silvia Álava ha explicado perfectamente en qué consisten las formas de actuar de papás y mamás helicóptero, y ha explicado por qué la sobreprotección es un enemigo para desarrollar esa mentalidad de crecimiento.
Si los adultos resuelven todo, el mensaje es: yo puedo, pero tú no puedes, lo que impide que los niños y las niñas desarrollen autonomía y se sientan capaces.
No se trata de preparar el camino para tus hijos, se trata de preparar a los hijos para el camino, ha explicado.
4.- Manejo de Emociones Desagradables (Frustración y Enfado)
Es natural sentir frustración o enfado ante los errores. La frustración es una mezcla de enfado y tristeza con alta energía. Así que enseñar a reconocer, comprender y regular estas emociones parece fundamental. Sobre esto se ha detenido especialmente y resulta especialmente interesante escuchar sus aportaciones al respecto del bloqueo emocional, del aprendizaje que llega del aburrimiento y de la frustración al no conseguirlo todo.
En el entorno actual, según defiende Silva Álava, la importancia de la Mentalidad de Crecimiento es inmensa
5.- Activación de la Corteza Prefrontal (Funciones Ejecutivas):
La corteza prefrontal es la responsable de la función ejecutiva (orientación a metas, planificación, organización, supervisión, corrección de errores, autocontrol), se desarrolla desde los 3-4 años y madura completamente a los 25 años. Activar esta zona requiere tiempo y muchísima energía. Hay que dedicarle ambas cosas. Educar en pararse a pensar es algo vital a la hora de enfrentarse a este mundo tan acelerado.
Y 6.- Fomentar la Autoestima y el Lenguaje Positivo:
La autoestima es fundamental para impulsar a los niños y niñas a perseguir objetivos. Según ha explicado Silvia Álava, es importante trabajar el autodesempeño para que sientan el yo puedo hacerlo.
En este apartado de la autoestima ha incorporado el lenguaje positivo, y ha alertado sobre cómo cuidamos el lenguaje por un lado y la asignación de etiquetas por otro.
Para mejorar la autoestima también resulta importante fijar lo que la psicóloga Silvia Álava ha denominado metas razonables (ha comentado la zona de desarrollo próximo de Vygotsky): metas que, con un poco de esfuerzo, el niño pueda alcanzar, evitando aquellas demasiado fáciles o demasiado difíciles para no generar indefensión aprendida.
Curiosidad: Fomentar el “aprender por aprender”, el deseo de conocer.
Humanidad: Trabajar valores como la amistad y la lealtad.
Creatividad: Pensar “de forma diferente”, no siempre por el mismo camino.
Detenerse a pensar: Pararse a pensar, tomarse tiempo antes de decidir (“cuenta hasta 10”).
Ejemplaridad: Modelado: los adultos deben ser un “ejemplo coherente” entre lo que dicen y lo que hacen, ya que los niños “nos copian”.
Humildad: Reconocer debilidades y áreas de mejora.
Observación: Desarrollar la capacidad de observar.
Voluntad de hacer: Mantener el compromiso y la fuerza de voluntad para lograr los objetivos.
En resumen, el taller Más allá del talento: Cómo ayudar a tu hija o hijo a creer en su potencial, que puedes ver en este enlace, ha aportado ideas, estrategias y conocimiento para aplicar en el día a día de las labores educativas.