3 octubre, 2022

David Álvarez, especialista en eLearning y experto en programas de alfabetización digital ha sido el protagonista de este cuarto taller del ciclo sobre cultura y transformación digital EduCONEC 2022. En el taller “Cómo acreditar mi competencia digital docente”, que ha presentado desde Granada, ha profundizado en este reto tan interesante para el profesorado, la competencia digital docente y su implantación y acreditación en este momento de cambio.

David Álvarez

David Álvarez

Comenzó David advirtiendo que tanto las comunidades autónomas como el Ministerio de Educación se han apresurado mucho en este asunto en parte acelerados por la situación creada durante la pandemia.

Y mostró interés en saber si quienes le escuchaban habían pasado su infancia antes o después de 1990, porque antes de 1990 el contexto tecnológico era distinto a después de esa fecha y quería reflexionar sobre ello.

Antes del 90 los espacios y la forma de agruparnos y relacionarnos tenían que ver con el entorno próximo; el entorno local, escuela, casa, calle, y las personas con quienes se interactuaba eran las cercanas, las que formaban parte de nuestra red, el profesorado, la familia, los entrenadores y entrenadoras, los compañeros y compañeras de juego y deporte. Y la documentación que se necesitaba estaba en enciclopedias, libros de texto, revistas.

El uso de la tecnología ha cambiado el modo de comportarse de las personas.

 Pero después de 1990, llega internet y lo cambia todo, no de forma inmediata, pero si paso a paso, y se abre una manera diferente de entender los espacios, los agrupamientos, las relaciones con personas y la manera de acceder a los documentos.

Y esa posibilidad de conectar a golpe de clic con cualquier persona de todo el mundo, se ha acelerado en los últimos años y vivimos ahora, en muchos casos, una conexión permanente y multitudinaria.

Otra cosa que ha cambiado radicalmente los comportamientos es que ahora todo el mundo puede grabar, emitir e incluso ser protagonista de cualquier evento. En conclusión, y para resumir la primera parte introductoria de su ponencia, David Álvarez nos deja este enunciado para la reflexión: el uso de la tecnología ha cambiado el modo de comportarse de las personas.

¿Y qué hace el alumnado con la tecnología?

Álvarez se apoyó en un estudio de la Asociación para la investigación de Medios de Comunicación para contar cuales son los usos establecidos de tecnología de niños y niñas de entre 6 y 12 años.

Y podemos asegurar que la evolución del uso ha sido exponencial. Ha expuesto tanto el tipo de dispositivo como las horas de exposición a pantallas, datos segregados por sexo y por edades.

Y también ha dejado claro cómo está siendo el acceso a las redes sociales y las conexiones a internet. Los datos son muy interesantes y llamativos y conviene revisarlos para conocer la realidad de nuestra sociedad.

Y para terminar de completar ese apartado del taller, mencionó y dio algunas pinceladas del estudio publicado por Fad Juventud en 2019 sobre Las tic y su influencia en la socialización de adolescentes

Una vez puestas estas premisas y dado este baño de realidad nos habló de la tesis que distingue a inmigrantes y nativos digitales, una metáfora que, en opinión de David, no ha venido bien porque ha producido un cierto rechazo de quienes se sentían inmigrantes digitales y, en consecuencia, con menos capacidad de los nativos. Él piensa que, además de estar superada, esta metáfora era errónea, y prefiere hablar de visitantes y residentes en la red. Nos invita a acercarnos a la investigación de David White y de su equipo de la Universidad de Oxford que no relaciona la edad con la competencia digital.

En este punto tomó su tiempo para explicar la diferencia entre residentes y visitantes. Unas son personas que viven en internet desarrollando parte de su actividad personal, profesional, o ambas, y las otras son las que acuden de vez en cuando a internet para consultas, comunicaciones o entretenimientos coyunturales.

Y nos invitó a dejar de utilizar la nomenclatura migrantes y nativos y pasar a hablar de residentes y visitantes.

¿Y en la escuela, qué ocurre?

Sucede a veces que se utiliza la tecnología como valor en sí mismo colocando la tecnología en el centro, y la tecnología es una herramienta, tiene que estar al servicio de la práctica y el modelo pedagógico, por eso es fundamental fijarse en el buen número de profesionales que producen con mucho sentido y además lo comparten y generan comunidad.

ya no hay elección, la tecnología está para ser utilizada

¿Y qué dice la norma?

En este apartado de la charla, David Álvarez llevó a conocer ese cambio de enfoque para utilizar la tecnología, y que requiere una reflexión sobre la competencia digital del alumnado, y como novedad, del profesorado. Hay un mundo digital que no se puede obviar y hay que promover la tecnología como medio didáctico.

Es decir, ya no hay elección, la tecnología está para ser utilizada y la ley nos confirma que tiene que ser utilizada. Así que hay que profundizar en ese cambio, y las tecnologías tienen que acelerar el cambio metodológico. En resumidas cuentas, ya no se puede optar por no utilizarla, hay que hacerlo y ayudar con ellas en el uso crítico de las tecnologías.

¿Qué es la competencia digital?

Esto tiene mucho que ver con el uso seguro y crítico de las tecnologías. David nos condujo a la definición que en 2006 hizo el Parlamento Europeo en la que se habla de obtener, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y también habla de comunicarse y participar en redes de colaboración.

Ésta es la competencia digital a la que tenemos que dirigirnos. Desde esta definición se iniciaron los marcos de referencia a nivel europeo, que comenzaron siendo dirigidos a la ciudadanía en general y al tiempo se fueron especializando por sectores hasta tener versiones de marcos de referencia dirigidos a la educación.

David dio un paseo por varios marcos europeos y españoles que tienen mucha relación entre sí, pues el objetivo final es el mismo y, por lo tanto, los desarrollos de los marcos son similares.

Hay un mundo digital que no se puede obviar y hay que promover la tecnología como medio didáctico.

En su momento, y desde 2012, surge y se desarrolla la iniciativa del ministerio de educación y ciencia, actual ministerio de educación e formación profesional, para diseñar un marco de competencia digital docente, una adaptación dirigida al profesorado.

En paralelo a esta publicación se estructura el desarrollo de la competencia digital en seis niveles, y se nombran siguiendo el modelo europeo, desde el A1 al C2.

Y empiezan a surgir voces sobre si ese marco de competencia digital docente es el mejor posible, ¿responde a la realidad profesional del profesorado o no?

Y a partir del debate suscitado por esa pregunta, se empieza a repensar ese marco de competencia digital. Parece que se había desligado esta competencia del resto de las competencias docentes. Y de ahí que se derivase al modelo actual de marco de competencia digital y surgiera el marco DigCompEdu de la comisión europea, que incluye las digitales en el total de competencias profesionales.

Y en mayo de 2022 se publica el nuevo marco de competencia digital docente que es un marco basado en la herramienta selfie for teahcers, para la autoevaluación.

David Álvarez dedicó la última parte de su charla a desgranar este documento y los compromisos que se desprenden de su publicación en el BOE.

Y terminó explicando cuales son los pasos que hay que ir dando para completar los diferentes niveles que estipula el marco, cómo se pueden certificar y cuales se van a pedir al profesorado en ejercicio.

Son las comunidades autónomas las que tienen las competencias en la acreditación y certificación de la competencia digital, y tienen un año para organizar sus propuestas normativas, aunque algunas ya se han adelantado y están publicando sus recorridos para la certificación.

Y el INTEF está trabajando en una herramienta para certificar la competencia digital del profesorado, una vía que aún no está en funcionamiento y que se valora como una posibilidad para un futuro próximo. Por último, el Ministerio tiene el portfolio de la competencia digital y tal vez se pueda utilizar, pero aún no se puede dar por seguro.

Con este resumen del escenario actual terminó el taller, que sirvió para saber no sólo cómo se puede acreditar el profesorado sino las razones por las que tiene que hacerlo y también resultó útil para aclarar cómo está la situación y cómo es la realidad de este momento.

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