Las nuevas tecnologías nos han instalado de lleno en la era de la información. Prácticamente cualquier suceso llega a nosotros en tiempo real y cada vez más la tecnología avanza para que el acceso a lo que sucede cerca y lejos sea total.

¿Cómo te beneficia a ti, en tu día a día, estar informado a través de las nuevas tecnologías?

¿Por qué medios sueles informarte con más frecuencia? ¿Tienen estos medios que ver con lo tecnológico?

¿Ves alguna desventaja en que haya tal circulación de información?

¿Crees que es algo que puede volverse en contra nuestra en algún momento, o solo puede traernos ventajas?

Sobre estas y otras cosas profundizamos en la siguiente actividad. ¿Me acompañas?

¿Qué podemos trabajar con este audiovisual?

Hace ya unos cuantos años se instaló en nuestro país un formato televisivo que ha revolucionado la manera en la que concebimos la televisión y los medios: el reality show. Desde esa manera de entender la televisión, las cámaras se han convertido en la médula espinal del concepto y la intimidad se ha convertido en algo mucho más relativo para todos. Ya, de hecho, no nos sorprende nada ver que muchos programas de televisión incluyen como parte natural entrar en la vida de otros con vigilancia visual 24h.

Espacios como Gran Hermano, en sus inicios, generaron no solo una gran expectación, sino muchas críticas y dudas al respecto de la ética que les rodeaba, porque suponían tener bajo el ojo escrutador de la cámara y de millones de personas detrás de ella la vida de unos pocos y pocas valientes que se prestaran a ello sin demasiado pudor.

  • ¿Qué os parecen los reality shows? ¿Los seguís?
  • ¿Por qué pensáis que han tenido tanto éxito?
  • ¿Qué características pensáis que tiene que tener un concursante o una concursante para que el reality funcione y qué características ha de tener quien está al otro lado de la pantalla, en casa, para que también funcione?
  • ¿Veis alguna limitación ética a destacar en este tipo de formato?
  • ¿Participaríais vosotros o vosotras en un reality show?

Sin embargo, a pesar de lo acostumbrados que estamos a esto, seguimos reconociendo que no estaríamos dispuestos a que se nos grabara a todas horas, a que cualquiera pudiera observarnos y mucho menos opinar o actuar al respecto de eso que se viera. Seguimos marcando una diferencia entre “ellos y ellas” (quienes se prestan a ser concursantes de estos espacios de entretenimiento) y “nosotros y nosotras” (los que todavía apreciamos nuestra intimidad).

La gran pregunta es: ¿Seguimos teniendo la misma intimidad que teníamos hace unos años? Ésta es la pregunta que ha de usarse como pistoletazo de salida de un debate a tener en el aula con la participación del gran grupo. Se espera de los chicos y chicas participantes que puedan dar su opinión e incluso puedan aportar vivencias o anécdotas al respecto. Es un buen momento para sacar a la conversación, por ejemplo, cuán públicas son nuestras aportaciones en las redes sociales, si nuestros perfiles están suficientemente seguros, quién tiene acceso a nuestra información personal, a nuestras fotos, qué tanto de nuestra intimidad, hábitos y demás se desprende de esas fotos, hechas muchas veces de manera inocente, pero con pistas para personas que puedan querer usar cierta información para fines inadecuados…

Queremos con esta aproximación previa al audiovisual que vayan entrando en calor respecto a las limitaciones éticas que tienen o deberían tener las tecnologías y que se vaya despertando cierto espíritu crítico para el momento en el que se vaya a ver la secuencia, ya que en el planteamiento del conferenciante protagonista que verán hay una buena mezcla de información parcial y manipulación hacia su audiencia. Así ha de decírseles a los chicos y chicas participantes antes de iniciar el visionado, para dirigir su atención.

La secuencia se da en un contexto empresarial, “El Círculo”. Es la empresa donde cualquiera soñaría trabajar, tecnológicamente puntera, acogedora a nivel social y sin competencia a nivel económico. Aparentemente es la fórmula perfecta. Un auténtico chollo. Y el dueño, sin duda, sabe vender sus productos, como podremos ver en la escena. Pero todo resulta demasiado bueno como para ser verdad. Así que antes de poner la secuencia, y poniendo al aula en antecedentes con estas líneas previas, pedimos que estén con los ojos bien atentos a captar cualquier clase de “gotera” en lo que esta empresa ofrece a través de su tecnología punta.

Una vez vista la escena, pedimos información sobre qué cosas han detectado que podrían ser “sospechosas” de no ser tan buenas como nos las pintan en “El Círculo”.

  • ¿Qué os ha parecido el conferenciante y dueño de la empresa? ¿Qué elementos de su personalidad pensáis que ayudan a que su empresa funcione y tenga muchos clientes? (Desde el buen rollo, la garra y el carisma, la simpatía o el sentido del humor, es difícil identificarle como una amenaza).
  • ¿Pensáis que es fácil que venda esas cámaras, que tendrá público dispuesto a comprarlas? ¿Cuáles son sus ventajas?
  • ¿Veis alguna desventaja en que “podamos verlo todo”?

Hay algunas frases muy llamativas en su discurso.

La primera: “He puesto estas cámaras sin permiso. Nada ni nadie sabe que están ahí”.

  • ¿Qué os parece esto? ¿Lo veis problemático?
  • ¿Es casualidad que haya escogido para mostrar ese uso de las cámaras lugares en los que en ese momento no hay nadie?
  • ¿En qué momento pueden empezar a aparecer limitaciones éticas a poner cámaras sin permiso y sin que nadie sepa que están ahí?

Pedimos a los chicos y chicas participantes en la actividad que escriban en un pequeño papel algo que no os gustaría que alguien hiciera sin vuestro permiso y qué consecuencias traería para vosotros y vosotras que lo hiciera, sin más. Precisamente por aprecio hacia la intimidad, explicaremos que en esta actividad no vamos a hacer una puesta en común. Lo que cada cual ha escrito queda para él o ella y es nuestra propia manera de reivindicar lo que estamos proponiendo desde la actividad: que la intimidad personal es importante, vital, inviolable, y que las tecnologías deberían siempre respetar los límites éticos de la intimidad.

La segunda frase a analizar: “Esto es para facilitaros la vida”

  • ¿Tener demasiada o toda la información siempre facilita la vida?
  • ¿Quién es el primer beneficiado de que esta iniciativa prospere?
  • ¿A quién se le facilita la vida, entonces, en primer lugar?
  • ¿Se facilita por igual a quien observa que a quien es observado?

Tras esta segunda frase y responder en grupo a estas preguntas, pedimos que de nuevo en un pequeño papel escriban de alguna situación vivida en la que el exceso de información no ayudó o no ayudaría si se produjera. En ese caso, de nuevo, se explica por qué no se hace puesta en común.

Por último, la tercera frase a analizar críticamente: “Compartir lo es todo”.

  • ¿Significa esta frase que compartir es bueno en sentido completamente general?
  • ¿Significa, más aún, que compartirlo todo es bueno?
  • ¿Hay excepciones a esta afirmación –que por cierto es la que hemos oído desde pequeños?
  • ¿Qué piensas que ha querido decir el conferenciante de la secuencia?
  • ¿Crees que es lo que nuestros padres y madres querían decirnos cuando nos la repetían de pequeños?

En un tercer papel, escribir algo que no compartirían con nadie, y de nuevo argumentar –aunque resulte aparentemente redundante- por qué elegimos no hacer una puesta en común con esos papeles. El mensaje, ya por tercera vez, es claro: NO NECESITAMOS SABERLO TODO.

Terminar debatiendo acerca de la manipulación que supone escoger este tipo de frases, sin matices y además de dar la información incompleta, porque nadie nos dice, al escuchar al dueño de “El Círculo”, que él no vaya a darle un mal uso a toda esa información a la que tiene acceso, que no sea uno de esos tiranos o terroristas contra los que nos quiere prevenir.

  • Sin llegar a convertirse en un terrorista, ¿qué malos usos se le puede dar a la información que nos llega de otras personas?
  • ¿Por qué piensas que solo usa los ejemplos “del lado bueno” (los ecologistas y los activistas) y no “del lado oscuro” para identificarse?
  • ¿Qué responderías a su frase final en la que afirma “Lo veremos todo, porque saber es bueno, pero saberlo todo es mejor”? ¿Es cierta esta afirmación, o es una frase que suena bien pero encierra graves peligros?