Y de premio, un móvil

Helena es una chica complicada. Cuando analizamos los primeros momentos de la escena,  hablando dentro de su grupo de amigos y amigas con su profesor, encontramos algunos aspectos  “curiosos”, que no encajan del todo. Piensa en ello… 

• ¿En qué tono se dirige Helena al profesor? ¿Parece una persona amable? 
• ¿Qué impresión te produce que no le diga su nombre al profesor? ¿Por qué te parece que  sucede así? ¿Hay alguna intención detrás para hacerlo así, según tu opinión? ¿Y en su amiga, repitiendo lo mismo? ¿Crees que consiguen el efecto deseado? 

• Cuando el profesor se aleja con su bicicleta, Helena le hace un gesto muy concreto a un  chico de su grupo. ¿Cuál es? ¿Qué te dice ese gesto del rol de Helena en su grupo? ¿Es  lo que parecía en los primeros momentos de la secuencia? 
• ¿Qué impresión te produce a ti esa “doble cara” que se ve en Helena? ¿Ante qué tipo de  persona estamos, según tu opinión? 

Las personas podemos ser, en muchas ocasiones ambivalentes. Es decir, cambiantes en cuanto  a lo que expresamos, no solo porque podamos cambiar de opinión, lo cual es legítimo y, en  muchas ocasiones, necesario. La ambivalencia tiene que ver también con una incoherencia entre  lo que se dice y lo que se hace, y no siempre es una actitud inocente. De hecho, tras esa forma  de actuar podemos encontrarnos intenciones oscuras, doblez, falta de honestidad y manipulación.  

La ambivalencia malintencionada es una de las muchas circunstancias que dan lugar a injusticia  en nuestro mundo. Personas que se aprovechan de otras, camaleones que se disfrazan para  pasar desapercibidos, pero que no son inofensivos. Encajarían, de hecho, perfectamente bien en  la expresión “lobos con piel de cordero”. 

Las personas nos comunicamos esencialmente por vía verbal y no verbal. Ante posibles  incoherencias entre lo uno y lo otro, los estudiosos nos recomiendan dar más peso a lo no verbal,  es decir, a los gestos y los hechos, porque son mucho más difíciles de falsear.  

Piensa en el resto de la secuencia que has visto, y de nuevo observa a Helena, solo que con más  detenimiento: 

• ¿En qué notas, además de lo comentado hasta aquí, que Helena es una persona  ambivalente? 
• ¿Ves actitud inofensiva en su forma de hablar, mirar, o hacer las cosas? ¿En qué lo  percibes? 
• ¿Cuál es su mensaje verbal a lo largo de la secuencia –con el profe, con padre, madre y  hermana, con los amigos y amigas– y cuáles sus mensajes no verbales?
• ¿Cuáles deberíamos atender más si queremos, realmente, conocer qué hay en la mente  de Helena? 
• ¿Qué tipo de sentimientos y reacciones generan en ti este tipo de personas?
• ¿Te gustaría formar parte de su grupo de amistades? ¿Por qué? 

Si la respuesta a la pregunta anterior fue “No”, seguramente tampoco te gustaría formar parte de  su familia. Su fiesta de cumpleaños es el reflejo fiel de lo que ocurre, en ocasiones, cuando no  sabemos o queremos poner orden en las situaciones injustas que se producen alrededor nuestro.  Los padres de Helena parecen, por una parte, darse cuenta de que hay muchas cosas en la vida  de Helena que no están como deberían. Pero por otro lado, parecen mirar en otra dirección. No  así su hermana, que es mucho más directa. 

• ¿Cómo piensas que hay que reaccionar ante personas como Helena? ¿Qué sería lo justo? 
• ¿Ves justo el regalo que ha recibido en su cumpleaños, por lo que has detectado en la  escena? 
• Si no es justo, ¿por qué crees que se lo han hecho? 
• ¿Qué aprende Helena de toda esta situación? 
• ¿Piensas que Helena ha sido la única ambivalente e incoherente en la secuencia?
• ¿Cuáles son las incoherencias entre el mensaje verbal y no verbal del padre y la madre?
• ¿Están contribuyendo unos y otra a un mundo más justo? ¿Por qué? 
• ¿Quién gana con todo esto? ¿Quién o quiénes pierden? 

Sin duda, Helena sigue comportándose así porque, de alguna manera, le funciona. Nadie mantiene una conducta si no es porque saca algo con ella y, en el caso que nos ocupa, esto no afecta solo a la familia de Helena, sino a sus amigos y amigas. 

• ¿Qué harías si fueras uno de los amigos o amigas del grupo y presenciaras alguna  situación ambivalente que no te gustara, o que fuera incoherente, o que claramente  supusiera una injusticia? 
• ¿Por qué piensas que el padre y la madre de Helena reaccionan de la forma que has visto? • ¿Crees que son conscientes de la ambivalencia de su hija? ¿Cómo lo sabes? • ¿Dónde es Helena más ambivalente y camaleónica, en el instituto o con su familia? 
• ¿Cuáles son las diferencias esenciales entre la forma de abordar el asunto sus padres o  su hermana? 
• ¿A quién crees que Helena ningunea más? ¿A sus padres o a su hermana? 

En toda esta situación, las ganancias, como la ambivalencia, aparecen “disfrazadas”. Helena  obtiene con su actitud muchas cosas, tanto con las amistades como con la familia. Los padres,  por otro lado, aunque pierden autoridad en su forma de actuar, creen estar ganando “buen rollo”  con su hija y evitar problemas. Ahora bien, ¿hace esto un mundo más justo? ¿Cuántas veces las  relaciones entre jóvenes y adultos están orientadas de esta forma, en vez de tener un  comportamiento más honesto? 

Te proponemos terminar con un ejercicio de reflexión personal. Solo tú sabrás las conclusiones  a las que llegarás. Pero queremos que pienses en, al menos, 3 situaciones en las que, quizá, te  has comportado de manera ambivalente, disfrazada, no del todo honesta… con tu familia, con tus  amigos y amigas, o incluso contigo mismo o contigo misma. ¡Sí! ¡Has leído bien! Porque en  ocasiones nos autoengañamos por alguna razón que no siempre reconocemos a la primera pero  que, si indagamos un poco más, descubriremos sin duda. Sucede sin parar. 

Todas las personas, en algún momento, hemos obtenido beneficio de hacer las cosas no del todo coherentemente, porque quizá obtendríamos una ganancia inmediata (aunque pudiera perjudicar  

a otros o a nosotros mismos a medio plazo). Hemos podido retener cierta información, no  responder honestamente a una pregunta, retrasar una tarea en beneficio propio… y con todo ello  contribuimos, poco a poco, a un mundo mucho más injusto.  

También es injusto cuando sucede al revés: cuando nos perjudicamos por alguien que no  respondería a la altura, nos “disfrazamos” de alguien que otros puedan aceptar más fácilmente,  o renunciamos a ser como somos.  

Así que piensa en 3 situaciones en las que hayas vivido esto, ya sea en un sentido o en otro,  anótalas y piensa quién se benefició, quién se perjudicó y de qué forma contribuye al desorden alrededor de ti. ¿De qué otra forma se podría haber hecho, sin crear una situación de injusticia? Usa esta tabla para ayudarte… 

¿Qué   hice?	Beneficiado inmediato	Perjudicado inmediato	¿Qué pasará  con el tiempo?	Beneficiado  a medio/  largo plazo	Perjudicado  a medio/  largo plazo	¿Lo podría  haber   gestionado  de forma   más justa?

 

Si te sirve de ayuda, aplícalo al caso de lo sucedido en la fiesta, al regalarle a Helena ese teléfono,  antes de hacerlo con tus propias situaciones. Reflexiona después en las tuyas propias y toma  medidas de cambio. 

Contribuyamos al orden. Por un mundo más justo.