16 febrero, 2014

La escuela debe convertirse en un espacio donde los alumnos sean felices. Si conseguimos que los niños, desde edades tempranas, aprendan a vivir de un modo más consciente, estaremos contribuyendo a educar personas libres y responsables, más capaces de controlar su vida y por tanto alcanzar mayor  felicidad.

La atención plena supone un estilo de vida basado en la consciencia y la calma y que nos permite vivir plenamente en el momento presente. Debe ser una filosofía de vida, una actitud ante la vida, un cambio de enfoque y de actitud. Su objetivo es ser y hacer felices a los demás. Tiene su origen en las filosofías orientales más antiguas, especialmente el budismo, y sus posibilidades de aplicación se han extendido en la práctica clínica en psicoterapia pero también en el terreno educativo.

 Existen estudios que demuestran que la atención plena aumenta la concentración; mejora el control de pensamientos, emociones y conductas; permite disfrutar del presente y produce cambios a nivel neurobiológico.

Niños y niñas de 1º de E.P. practicando ATENCIÓN PLENA

Richard J. Davidson profesor de psicología y psiquiatría de la Universidad de Wisconsin–Madison se ha convertido en un neurocientífico mundialmente reconocido por haber dedicado gran parte de su carrera a la investigación de los mecanismos que contribuyen a generar desordenes emocionales como la depresión y la ansiedad. Sus estudios también se han centrado en evaluar cómo los factores psicológicos y sociales influyen en la salud física y en los últimos años se ha dedicado a la investigación de las cualidades saludables de la mente. La investigación está demostrando como la práctica de Mindfulness (atención plena), la compasión y las conductas sociales son reguladas por circuitos centrales del cerebro y lo más importante, Davidson sostiene que estos circuitos cerebrales son plásticos: pueden cambiar a través de las circunstancias y del entrenamiento.

El Dr. Davidson y su equipo han creado un centro de investigación científica y rigurosa donde estudian la manera en que  las cualidades saludables de la mente pueden desarrollarse. El Centro para la Investigación de Mentes Saludables (Waisman Center) de la Universidad de Wisconsin-Madison, dispone de un laboratorio y  un salón para la práctica de la meditación. Se llevan a cabo investigaciones interdisciplinarias con rigurosidad científica sobre las cualidades positivas de la mente en  la atención plena (Mindfulness) y en una serie de fortalezas como  la amabilidad, la compasión, la capacidad de perdonar. El Dr. Davidson y su equipo  se han centrado en estudiar a meditadores expertos observando los cambios que se producen en su cerebro. Estas experiencias han permitido constatar científicamente (mientras meditan, técnicas de neuroimagen registran lo que hace el cerebro) como la meditación se correlaciona con cambios estructurales y funcionales en el cerebro en monjes que presentaban elevados niveles de bienestar y felicidad. Los científicos han logrado probar que la corteza cerebral izquierda concentra las sensaciones placenteras, mientras que el lado derecho recoge aquellas que motivan depresión, ansiedad y miedo.. Curiosamente, los mayores registros de felicidad se encontraron en monjes budistas que practican diariamente la meditación. Todo ello pone de manifiesto una característica del cerebro, su plasticidad, y por tanto que la felicidad se puede aprender, desarrollar, entrenar y mantener en forma.

Podemos trasladar estos aprendizajes a los centros educativos, y practicar la atención plena o mindfulness con nuestros alumnos. El Programa “Aulas Felices”, basado en la Psicología Positiva nos plantea una serie de  actividades que podemos poner en marcha, cuyo objetivo es enseñar a vivir a los alumnos con plenitud. Algunas de ellas podrían ser:

  • MEDITACIÓN BASADA EN LA RESPIRACIÓN: “¡Simplemente respira!, observando la respiración diafragmática”. Coloca ambos manos en el abdomen, a la altura del ombligo, y respira tranquilamente durante un par de minutos, observando el movimiento del abdomen: cuando inspiramos, el diafragma se desplaza hacia abajo y empuja el abdomen hacia fuera, y cunado espiramos, el movimiento que se produce s inverso (Esta actividad se puede adaptar a niños a partir de tres años).

  • EXPLORACIÓN DEL CUERPO (Body Scan): Comenzamos la actividad con varis respiraciones profundas y tranquilas. Se basa en una exploración atenta de cada  parte del cuerpo, en combinación con la respiración consciente.  Vamos dirigiendo nuestra atención a  distintas partes del cuerpo, imaginando que la respiración fluye  en cada una de ellas.

  • LA ATENCIÓN PLENA EN LA VIDA COTIDIANA:

.-“Saborear un alimento”. El objetivo es llenar de consciencia el acto de comer: para ello le pediremos que observe el alimento  antes de comer, que perciba su aroma, sienta su sabor y saboree con calma siendo consciente de las sensaciones que produce en la boca.

.- “Un guijarro en el bolsillo”: Se utilizar un objeto (puede ser una figura con especial significado para el alumno o una piedrecita que simboliza la fuerza interior que todas las personas tenemos) que nos ayuda a recordar que podemos ser más conscientes del momento presente. Y ante una situación que haya provocado un estado emocional de inestabilidad (enfado, rabia, celos, ansiedad,..) nos ayuda a autocontrolarnos evitando las situaciones negativas que suelen predisponer este tipo de emociones.

.- “Observando mis emociones”: Centrarse en emociones que les resultan difíciles de afrontar para favorecer la regulación emocional.

 Los beneficios que se producen cuando se practica la  Atención Plena  en el aula:

  1. El momento de la relajación se  convierte en un momento de placidez, calma y de mirarse a uno mismo. Los propios alumnos verbalizan que se sienten muy bien.

  2. Toman conciencia  de los aspectos positivos del silencio y de la paz.

  3. Los alumnos se hacen muy conscientes de su propio cuerpo y de los beneficios de la relajación.

  4. Los niños asumen fácilmente la rutina de respiración  con las manos en la tripa y estar en silencio escuchando la música y son ellos mismos quienes demandan la actividad.

  5. Permite romper el alboroto de las aulas en determinados momentos (por ejemplo, la  subida del recreo o después de un momento de conflicto) para reiniciar la tarea con una buena capacidad de atención.

  6. Proporciona paz y tranquilidad a las aulas.

  7. Se generaliza la atención plena a otros momentos (los alumnos de E. Infantil permanecen durante el tiempo del almuerzo en absoluto silencio, escuchando la música) y actividades (se han acostumbrado a trabajar matemáticas o en otras actividades en las que deban concentrase más escuchando la música de las actividades de atención plena).

  8. Trasladan lo aprendido a sus casas en relación a sí mismos  y, en ocasiones, a personas cercanas a ellos ( en el caso de algunos alumnos).

Este trabajo puede convertirse en una experiencia gratificante tanto para los propios alumnos como los profesores, además de ser muy sencilla, requerir tiempos muy cortos y con muchas posibilidades de adaptación de las actividades propuestas en este programa. Por ello, os animaría a conocer el Programa de ” AULAS FELICES” que incluye un amplio repertorio de actividades para  practicar la mundfulness o Atención Plena en las aulas (puede descargarse gratuitamente en http://catedu.es/psicologiapositiva).