21 enero, 2015

Será en 1978 cuando hay noticias de una primera Comunidad de Aprendizaje en España en el centro de educación de personas adultas de La Verneda Sant Martí. Una potente metodología con desarrollo en otras zonas del mundo como el programa pionero, nacido en 1968 en la Universidad de Yale bajo el auspicio de James Comer, fruto de la demanda de colaboración de esta universidad con dos escuelas primarias de New Haven, que sufrían muy bajo rendimiento escolar y muchos problemas; o la experiencia llevada a cabo por Henry Levin  de la Universidad de Stanford, un modelo inspirado en las cooperativas de trabajadores/as y en modelos de organización democrática de trabajo donde el análisis se busca una visión compartida; o la experiencia de colaboración entre Johns Hopkins University y el Departamento de Educación de la ciudad para trabajar en escuelas de muy bajo rendimiento y muchos problemas de convivencia, conflictos. 

 

En España un claro ejemplo de Comunidad de Aprendizaje es el  CEIP Caballero de la Rosa o el más reciente del Colegio Público Carrasquer. Un centro que desarrolla su labor desde este modelo de escuela claramente transformadora. 

Comunidades de Aprendizaje es un proyecto basado en un conjunto de actuaciones educativas de éxito dirigidas a la transformación social y educativa. Es un modelo que tiene como base las interacciones y la participación de la comunidad. De hecho las Comunidades de Aprendizaje implican a todas las personas que de forma directa o indirecta influyen en el aprendizaje y el desarrollo de las y los estudiantes, incluyendo a profesorado, familiares, amigos y amigas, vecinos y vecinas del barrio, miembros de asociaciones y organizaciones vecinales y locales, personas voluntarias,…

Aprendemos en base a situaciones de interacción. Pero no solo necesitamos un gran número de interacciones, y que estas sean diversas, sino que además el diálogo que se establezca tiene que estar basado en una relación de igualdad y no de poder, lo que significa que todos y todas tenemos conocimiento que aportar, reconociendo así, la inteligencia cultural en todas las personas. Mediante el diálogo transformamos las relaciones, nuestro entorno y nuestro propio conocimiento. De manera que, como bien dice este libro de colaboración,  “El aprendizaje dialógico se produce en interacciones que aumentan el aprendizaje instrumental, favorecen la creación de sentido personal y social, están guiadas por principios solidarios y en las que la igualdad y la diferencia son valores compatibles y mutuamente enriquecedores”.

 

 Bibliografía para ampliar

  • Díez, J.; Flecha, R. (2010). Comunidades de Aprendizaje: un proyecto de transformación social y educativa. Monográfico sobre Comunidades de Aprendizaje. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado continuación de la antigua Revista de Escuelas Normales. 67, 24. Accede

  • Elboj, C. y Oliver, P. (2003). Las comunidades de aprendizaje: Un modelo de educación dialógica en la sociedad del conocimiento. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado. 17, 3, 91-103. Accede