4 marzo, 2016

  

 

La Sexta Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (WISE), celebrada en Dakar, trató sobre aprender mediante la creatividad y la innovación, pensando más allá de los esquemas educativos convencionales.

En el marco del WISE se realizó una encuesta a 645 expertos internacionales, sobre cómo será la escuela en 2030. Entre las conclusiones de dicha encuesta se destaca que las escuelas se convertirán en redes, donde alumnos y alumnas interactuarán entre ellos y con los docentes de forma que se produzca un “Aprendizaje colaborativo”.

Paralelamente a esta encuesta, el periódico El Mundo preguntó a varios expertos españoles sobre las cuestiones que abordaba este estudio, pero adaptadas a la realidad de nuestro país. Se destaca que 7 de cada 10 entrevistados consideró que el rol del docente cambiará drásticamente para 2030, pasando de ser un mero transmisor del conocimiento, al de facilitador y orientador. Todo ello vendrá causado porque Internet se convertirá en la principal fuente de conocimiento, o así lo considera el 43% de los encuestados, por lo tanto el docente será el encargado de filtrar la información, y de fomentar un pensamiento crítico.

Por otro lado, el perfil del alumnado también cambiará. Será un alumno con muchas más posibilidades de acceso a fuentes de conocimiento, con una mentalidad más universal y menos localista, y protagonista de su aprendizaje. Los expertos españoles coinciden en que la frontera entre el colegio y el hogar se desdibujará y el aprendizaje no se restringirá a unas horas y unos lugares concretos; esto vendrá facilitado por el uso del e-mail y otras herramientas de comunicación que se irán extendiendo. Respecto a los deberes, el cambio vendrá producido por una motivación a buscar información y documentación fuera del horario escolar, con el objetivo de despertar el gusto por la información y el compartir conocimiento.

Cabe mencionar que el 76% de los encuestados consideró que las habilidades personales o prácticas serían más valoradas que los conocimientos académicos; es decir, la capacidad de hablar en público, de trabajar en equipo, de adaptarse a imprevistos; capacidades muy importante para el entorno profesional, pero que según los expertos, por sí solas no suplen una buena formación académica. Por ello, lo interesante es añadir a los conocimientos académicos, el trabajo de estas habilidades.

Finalmente, cabe mencionar que el 90% de los encuestados, cree que en este nuevo escenario, el aprendizaje se desarrollará a lo largo de toda la vida del alumnado y que no se limitará solo a la etapa de formación obligatoria y/o universidad. Este hecho lleva asociado, que el 70% de los encuestados piensen que la principal fuente de financiación de la educación en España dejará de ser pública.

No sabemos si se cumplirán estas predicciones para el año 2030, lo que sí es cierto, es que todos estos conceptos ya estamos empezando a verlos en las metodologías de enseñanzas que muchos centros escolares empiezan a aplicar con sus alumnos, alumnas y docentes.

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