Hoy voy a hablaros de Ricard. Su historia es una de esas historias que se deben compartir y este me ha parecido un espacio apropiado.
Hay muchos lugares en el mundo que hoy están viviendo situaciones de emergencia, y Nepal es uno de ellos. Como ya sabéis, el pasado mes de abril, esta región sufrió las consecuencias de un devastador terremoto de magnitud 7.9, que se cobró la vida de 7.000 víctimas y miles de heridos. Miles de familias se han quedado sin lo poco que tenían y hoy están durmiendo en la calle.
Cuando se produjo la noticia, fuimos muchos los que, a este lado del planeta, nos impactamos, nos preocupamos o lamentamos, pero pronto fue portada de los periódicos algún otro acontecimiento dramático que nos hizo mirar hacia otro lado.
Afortunadamente hay personas que a parte de lamentarse, deciden pasar a la acción, héroes anónimos como Ricard que dedican su tiempo y su esfuerzo a mejorar el mundo. Ricard es un joven de 26 años, graduado en Educación Social, que el año pasado estuvo durante cuatro meses participando en un proyecto de cooperación en Nepal, con la ONG Círculo de Cooperación. Su tarea en esa ocasión consistió en el trabajo en una casa de acogida en Sankhu, una localidad a pocos quilómetros de Katmandú. En la casa de acogida Ricard llevó a cabo una tarea humanitaria de gran valor, fomentando la educación de centenares de niños y niñas excluidos de la sociedad.
Durante su estancia, Ricard estableció fuertes vínculos con la gente de Sankhu. Una vez en España, al producirse el terremoto, Ricard no pudo mostrarse indiferente y decidió volver a Sankhu, una de las localidades más castigadas por la tragedia.
A su llegada, se encontró con un paisaje desolador, y miles de familias en una situación de emergencia extrema, razón por la cual, se puso manos a la obra, y hoy se encuentra allí llevando a cabo un proyecto de intervención directa, con la ayuda de Nabin, un nepalí que se dedica a la venta de yogures, a quién conoció la vez anterior.
Ricard y Nabin se coordinan con pequeñas ONGs y entidades como Youth Action, Hugging Nepal, Living Nepal, Direct Help Nepal y movimiento Nómada, además de personas que colaboran a nivel individual.
Las acciones que llevan a cabo son de gran ayuda para paliar la dura situación de las personas afectadas. En primer lugar, intentan proteger a la población de las bajas temperaturas que se aproximan con la llegada del invierno. Son muchas las familias que se encuentran durmiendo en la calle o en humildes alojamientos fabricados de uralita de forma precaria. Repartir mantas, ropa de abrigo y reformar estos habitáculos, o intentar aislarlos del frío, es una de las tareas principales.
Otra acción muy importante es la de atender el estado de salud de los habitantes de la aldea. En Sankhu hay solo un hospital privado, al cual la gran mayoría de la población, no tiene acceso. Ricard ha conseguido que la ONG Youth Action colabore con la instalación de un campamento médico que está atendiendo a centenares de personas que necesitan atención médica.
Además ha conseguido que Payasos Sin Fronteras pase unos días por allí, para dar alegría y esperanza a pequeños y grandes, y así poder olvidar durante unas horas, las duras condiciones en las que se encuentran.
Toda esta tarea, se ve dificultada por el bloqueo de subministro de gas y petróleo que padece el país por parte de la Índia, como represalia por la proclamación de la Constitución del Nepal, hace escasos meses. Este hecho impide que la población no disponga de agua caliente, no pueda cocinar, los medios de transporte sean caros y escasos, y muchos negocios se vean obligados a cerrar sus puertas.
Ricard lleva allí un mes, y en tan poco tiempo ha conseguido, disponiendo de muy pocos recursos, mejorar la calidad de vida de centenares de personas, que sin su ayuda, quizás no podrían superar el invierno que se aproxima. Cuenta con muy pocos recursos, la mayor parte de las acciones, las ha podido llevar a cabo gracias a las aportaciones económicas de familiares y amigos. Seguro que el agradecimiento de todos aquellos que están recibiendo su ayuda, es para Ricard una gran recompensa, pero no debemos olvidar que es gracias a la gran labor de gente como él que el mundo funciona, algo de lo que no son capaces aquellos que ocupan nuestros gobiernos.
En nombre de muchos, gracias Ricard.