5 diciembre, 2023

María Fernández Gago, licenciada en Psicología y experta en educación musical, lleva más de 20 años trabajando en centros públicos y se ha especializado en este mundo tan interesante que une lo digital y lo educativo.

Fue presentada por Miguel Ángel Rodríguez, subdirector de programas de Fad Juventud. La ponente del octavo y penúltimo taller de este año 2023 de Educación Conectada se adentró en desarrollar el título que guio toda su presentación. Las siete “ces”. Cómo la tecnología puede potenciar las tutorías. Para afinar más aún ese título, podríamos decir que se trata en realidad de las seis “ces” más una “ce” extra.

Empezó Fernández Gago dando las primeras pautas para ir poniendo letras detrás de cada “ce” a la que se refiere que están basadas en el aprendizaje profundo que especialistas como Michael Fulham y Joanne Quinn han desarrollado.

Para centrarlo ha hablado de las funciones del tutores y tutoras, poniendo el foco de interés en pensar que no hay esfuerzo baldío, porque en lo que tenemos que preocuparnos es en que a cada alumna o alumno de manera individual puede servirle nuestra labor. Fijarse en cada persona.

Empezó recordando la necesidad de conectar con el alumnado desde casa durante el confinamiento y lo que sucedió después de ese momento: luego volvimos a las aulas y claro, la realidad era otra. Habíamos aprendido a hacer cosas que antes no hacíamos y además había casos de niños y niñas que estaban confinados mientras tú estabas en la presente realidad del aula con otros que no lo estaban y tenías que hacer llegar el conocimiento, sin olvidar el acompañamiento y la tutorización.

 En ese momento concreto, Fernández Gago junto con otras compañeras encontró un documento que ponía en relevancia lo que se había aprendido, un documento  que se llamaba reimaginando el aprendizaje, reimaginando la educación.

¿Qué queremos que aprendan nuestros alumnos y alumnas s para que sean ciudadanos comprometidos con la realidad que les está tocando vivir?

Tras esta introducción se adentró en el primer concepto (la primera “ce”) a tener en cuenta en el trabajo de tutoría:

  • EL CARÁCTER

La capacidad que tiene el alumnado para aprender a lo largo de toda la vida. Conseguir esta cualidad implica que desde la tutoría hay que desarrollar esa capacidad, a esforzarse, a desarrollar la tenacidad y a ser perseverantes.

Para trabajar este concepto María Fernández propone los portfolios digitales de aprendizaje y las actividades que fomentan el pensamiento y la metacognición, que son muy útiles en aulas con ratio elevada, para que dé tiempo a que cada alumno o alumna muestre su trabajo.

Con herramientas de presentación muy sencillas con las que  ellos y ellas plasman actividades de metacognición y del proceso de aprendizaje.

También sugirió una herramienta concreta, el Reading Progress, que ayuda al entrenamiento lector, mejora la competencia lectora en cuanto a la habilidad de lectura. Y otra, el coach Progress, que resulta muy útil para aprender a hacer exposiciones orales.

Estas herramientas pertenecen al grupo de recursos de las Learning tools que Microsoft, que María considera que pueden llegar a ser una ayuda extraordinaria.

El segundo concepto a incorporar en el listado de las siete “ces” resulta una de las claves de la pedagogía desde el inicio de esta ciencia:

  • LA COMUNICACIÓN

María Fernández Gago se centró unos minutos en lo que para ella es una total necesidad para sacar adelante tutorías de provecho. Algunas herramientas tecnológicas, como la radio escolar, resultan de gran utilidad para hacer que el alumnado cuide su lenguaje para elaborar mensajes para múltiples audiencias que inviten a la acción. Para generar comunicación asertiva y escucha activa.

 Valorando que cada alumno y alumna tiene un carácter y recursos para comunicarse y recibir y transmitir información, entiende que ahora más que nunca es necesario parar a reflexionar sobre la “ce” que precede a la palabra crítico, unida al sustantivo “pensamiento”

  • PENSAMIENTO CRÍTICO

Pensamiento crítico, alfabetización mediática e informacional; somos como somos y nos comunicamos con una intención de encuentro y entendimiento.

Para potenciar esa cualidad mental, Fernández Gago comentó que ella habilita estrategias para filtren la información que reciben y la evalúen enfocándose en una construcción de conocimiento significativo y de crecimiento, no de disputa.

En este punto recomendó los cursos de capacitación docente de Fad juventud dedicados a este espacio de la formación.

Y a partir de practicar el pensamiento crítico con los grupos, es muy importante dar rienda suelta a la cuarta ce:

  • LA CREATIVIDAD

¿Cómo fomentamos la creatividad sin pensar que es una competencia única y exclusivamente de ámbito artístico? Pensando que la creatividad es la capacidad de saber hacer buenas preguntas para resolver problemas reales.

 Para desarrollar la creatividad con recursos digitales, María aportó los tableros colaborativos que permiten la divergencia, la incorporación de múltiples opciones con las que finalmente se puede llegar a conclusiones compartidas.

Dio algunas referencias de plataformas de murales colaborativos con los que se pueden realizar actividades de divergencia y de convergencia, creatividad para resolver los problemas reales de una manera innovadora o de una manera diferente y fomentando también un liderazgo proactivo. Y desarrollando, de paso todo lo que incorpora la quinta “ce”:

  • LA COLABORACIÓN

Otro concepto que hace que el aprendizaje sea profundo.

Las anteriores están al servicio de la individualidad, y a ellas hay que añadirles la utilidad de que sirvan también para generar una interdependencia positiva, en beneficio del grupo, de la sociedad, generando relaciones, haciendo que los alumnos y alumnas se comprometan.

En este punto María apuntó varias herramientas digitales que permiten la colaboración en el trabajo. Aplicaciones para elaborar documentos conjuntos en línea, otras para crear presentaciones, infografías, hojas de cálculo.

La última de las seis “ces” de Fulham es una que tiene todo el sentido si nuestro objetivo es trabajar para el bien común, y no solo el del grupo concreto, sino el bien común general.

  • LA CIUDADANÍA

Se trata de potenciar el aspecto social del aprendizaje. María Fernández conecta este concepto con la metodología de aprendizaje y servicio.

Para conectar la ciudadanía con la metodología, recomendó el modelo SAMR de Rubén Puentedura; la tecnología por sí misma no sirve, tiene que aportar un valor añadido. No porque use un aparato o use una aplicación me va a aportar valor. Lo que tengo que saber es la finalidad y la funcionalidad, por qué esa herramienta vale y otra no y para qué se utiliza, qué se favorece con su uso teniendo en cuenta el bienestar digital del alumnado.

La tecnología, siempre con pedagogía, con mucha y buena metodología.

 Para terminar de completar su exposición, incorporó al taller la teoría de las ocho fuerzas culturales del pensamiento de Ron Richard, del Proyecto Zero de Harvard. La desarrolló durante unos momentos que merece la pena escuchar: Tiempo, oportunidades, rutinas, lenguaje, modelaje, interacción, entorno y expectativas

Con una rápida revisión de las ocho fuerzas culturales Fernández Gago cerró la base teórica en la que fundamenta sus propuestas prácticas, para las que dejó los minutos finales de la ponencia en los que también  despejó la incógnita de cuál es la séptima “ce” que va incluida en el título.

Si quieres conocer estas propuestas prácticcas, puedes encontrarlas aquí, en el vídeo del taller, (a partir del minuto 37), que está alojado junto con el resto de talleres en el canal de Educación Conectada.

Y llegados al final, no estaría bien finalizar esta crónica sin incluir en ella la palabra que completa el puzle.

  • CRECER

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