5 septiembre, 2023

Para la infancia y la juventud, septiembre es un mes de reactivación. La vuelta a la rutina, el inicio de un nuevo reto. Un nuevo curso escolar que nunca se parece a ningún otro. Las primeras semanas del curso se utilizan para confirmar que ya no se está en el curso anterior, y luego, sin solución de continuidad, empieza el nuevo camino.

Lo bueno que tienen los comienzos es que nos permiten reiniciar después de una actualización. Tras la desfragmentación que las vacaciones de verano se han dedicado a realizar casi sin avisar, retomamos el juego donde lo dejamos cuando pasamos pantalla.

Nueva etapa, nuevas motivaciones, un nuevo espacio abierto para aprovechar al máximo, para seguir creciendo, apuntalando lo académico y reafirmando lo personal.

El curso 2023-2024 trae nuevas oportunidades

– Nuevo currículum para todos los cursos desde Infantil en adelante.

Con la implantación en los cursos que faltaban se completa la incorporación de esta propuesta de educación que procura ser más competencial y más motivadora. Se pretende que ayude a ir poco a poco desestimando la memorística como recurso básico del aprendizaje y sean otras competencias las que primen en la formación del alumnado.

Además, con estas premisas, se va teniendo en cuenta que las “nuevas tecnologías” de hace 20 años ya no son nuevas, así que la evolución de los centros en la adaptación a las tecnologías es otra de las claves de este curso.

Nueva etapa, nuevas motivaciones, un nuevo espacio abierto para aprovechar al máximo, para seguir creciendo, apuntalando lo académico y reafirmando lo personal.

Otra cosa buena que tienen los inicios es que, como nadie es capaz de predecir el futuro, por mucho que haya quien viva bastante bien de ello, este curso es un libro en blanco, o una web en blanco, si lo prefieres. Las oportunidades de aprendizaje se irán presentando muchas veces de manera inesperada. Las tecnologías ponen al alcance del alumnado fabulosas opciones para aprender más allá del currículum oficial. Acertar con las propuestas es otro reto apasionante para el profesorado y las familias.

– Se consolida la formación dual en la FP

La nueva ley de FP, tras un año de implantación, afianza este curso esa parte del aprendizaje que el alumnado tiene que realizar en el entorno empresarial, el aula sigue siendo el campo base, pero la expedición se vuelve aún más interesante.

Ésta opción educativa está creciendo, tanto el interés que por ella muestran los y las jóvenes como el número de plazas y el aumento de ciclos formativos. También en estos ciclos tienen mucho que ver las tecnologías y la conectividad.

Y como somos seres caleidoscópicos y en la mayoría de los casos el curso escolar resulta insuficiente para desarrollar en toda su extensión cada personalidad, también es en septiembre cuando se toman decisiones sobre con qué otras actividades vamos a completar el calendario. Las horas que nos completan; la música, el deporte, el arte, el pensamiento matemático, la robótica.  Un reto más, el de compaginar estudios y aficiones, lo que supone un aprendizaje para el futuro.

– Figura de coordinación de Bienestar y Protección y refuerzo de los recursos de orientación.

La consolidación de esa figura específica dedicada a prevenir y detectar todas esas cosas que pueden suceder a los ojos de todo el mundo y no ser vistas, comprendidas y tomada su importancia en consideración; el abuso, el maltrato, el acoso, el ciberbullying y también lo que puede estar sucediendo fuera de los límites del centro escolar que dificulta el normal crecimiento saludable de cada estudiante.

Ésta figura, si somos capaces de darle el prestigio y la normalidad que su labor merece, puede ser una pieza fundamental para reducir los déficits que la salud mental de adolescentes y niños y niñas están manifestando en estos últimos años.

Además, en algunas comunidades autónomas han anunciado que este curso se va a reforzar la orientación académica y profesional, con aumento de profesionales en los programas escolares. El objetivo es mejorar la atención a quien más lo necesita, tanto a nivel académico como en el ámbito social. Para esto, la conectividad, de nuevo, puede jugar un papel fundamental.

– La nueva Evau (o Ebau), con su prueba de madurez académica tendrá que esperar.

Los esperados cambios en las pruebas finales del Bachillerato han sido suspendidos por el momento. Los vaivenes de la política nacional así lo recomiendan. De manera que esa nueva manera de evaluar en una de los momentos más clave de la vida académica de las personas, se ve descartada para este curso.

Esto nos devuelve al mismo estado de la situación de cursos anteriores, con el último curso de Bachillerato dirigido en casi su totalidad a preparar unos exámenes en los que la memorística se lleva el mayor peso y cuyos resultados determinan las decisiones posteriores sobre el futuro.

– En algunas comunidades, baja la ratio de estudiantes por aula.

Como las matriculaciones para los ciclos de Educación Infantil se han visto reducidas en número por el descenso de la natalidad en los últimos años, la petición histórica del profesorado de reducir el número de alumnos y alumnas por aula, va a suceder por segundo año consecutivo.

Si el curso pasado, en Cantabria y Cataluña, por ejemplo, se inició con 20 estudiantes por aula en los centros públicos en Educación Infantil, o 22 en Castilla-La Mancha. Este curso, la Comunidad de Madrid pasa de 30 a 25 en la ESO.

Una reivindicación histórica que se cumple aprovechándose de la realidad demográfica de nuestro país. Haciendo, inteligentemente, de la debilidad, virtud

Desde Educación Conectada esperamos ser parte activa dentro del sistema educativo, con nuestras propuestas de formación, webinars magistrales, tutoriales y otros proyectos en marcha.

El nuevo curso escolar 2023-2024 abre el telón. Ojalá que sea aún mejor de lo que puedas imaginar.

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