José Antonio Plaza y Juan Carlos Herrera: Arquitectura viva para la educación
La necesidad de mejora nos invita a replantearlo todo. En una evaluación continuada lleva al sistema educativo a replantearse también los espacios para el aprendizaje ¿Están nuestros centros educativos preparados para una evolución metodológica como la que estamos viviendo?
José Antonio Plaza y Juan Carlos Herrera, desde su oficina de arquitectura NGNP, participan de modo activo en esa evolución, conceptos primordiales como energía, economía, medio ambiente, se unen al de enseñanza en su día a día para conseguir espacios diferentes para una educación diferente.
Un trabajo que no rehuye en ningún caso la transversalidad necesaria. La arquitectura al servicio de la educación y no al revés. ¿Tienen que cambiar nuestros espacios para la educación?
La conversión de los espacios se supedita a las necesidades de docentes y alumnado, a sus necesidades y a sus propuestas. Y deben ser espacios con capacidad de evolución, a corto, medio y largo plazo. Espacios tratados con otra forma de entender las necesidades de la educación y que no necesitan de grandes inversiones.
A la incorporación de materiales innovadores se une el tratamiento de la luz, sobre todo en el manejo de sus intensidades, porque ayuda a dotar un mismo espacio de sensaciones diferentes, desde la introspección a la máxima interacción social. Algo similar sucede con la elección de los colores.
Desde su amplia experiencia en esta materia, NGNP, propone que haya medidas estatales que adecuen las normativas de la construcción a la pedagogía que se ejerce en esos espacios docentes, para lo que consideran fundamental que haya un dialogo profundo entre los dos mundos, el de la arquitectura y el de la educación.
Si quieres saber más sobre innovación y creatividad, descarga gratis nuestra guía “Escuelas innovadoras y familias creativas”.